Después de 15 años sin renovar autoridades, «la casa que vence la sombra» volverá a respirar aires de democracia participativa. El 26 de mayo, la comunidad vinculada a la Universidad Central de Venezuela (UCV) podrá elegir en primera vuelta al nuevo rector, vicerrector académico, vicerrector administrativo y secretaría; además de los decanatos y representantes profesorales ante el Consejo Universitario, consejos de facultad y consejos de escuela. De ser necesario, el próximo 23 de junio los 620 cargos a elegir se definirían en segunda vuelta.
Sobre la demora en realizar unas nuevas elecciones, Luis Angarita, profesor asociado de la escuela de Estudios Internacionales, jefe de cátedra, coordinador de la maestría de Relaciones Internacionales y Globales, miembro de la junta directiva de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv), aseguró que esto se debe a diferencias políticas.
“Hay una profunda discusión desde hace 15 años. En el año 2010 hubo una impugnación de un sector de profesores y estudiantes a favor del oficialismo que defendía una participación ajena al espíritu universitario, que implicaba lo que se conoce como el 1x1x1, es decir que cada persona fuese un voto y desnaturalizaba el proceso de toma de decisiones de un centro de educación que debe ser privilegiadamente académico”
Luis Angarita, miembro de la junta directiva de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv)
Angarita, quien aspira al cargo de decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces), aseveró que la toma de decisiones de la universidad debe ser «mayoritariamente profesoral y estudiantil». Hubo un recurso de este sector afecto al oficialismo que quería mayor participación. La universidad solicitó un amparo constitucional porque tiene rango constitucional la autonomía universitaria, que le permite dictar sus propias formas de gobierno, entre esas su reglamento, y ante la ausencia de respuestas del Tribunal Supremo al amparo constitucional, la universidad no pudo realizar elecciones en estos 15 años”.
Sobre este tema, Nashla Báez, representante de los egresados ante Faces, recordó «la UCV hizo sus últimas elecciones en 2008, correspondía hacer las de los decanos en 2011 y las de autoridades centrales en 2012, pero el TSJ las prohibió porque violaba la LOE (Ley Orgánica de Educación) aprobada en agosto de 2009 y que incluía dentro de la comunidad universitaria a empleados y obrero. Así comenzó una pelea entre las universidades y el Estado, puesto que la LOE contradice a la Constitución y fue la piedra de tranca”.
Báez añadió que hace unos años (poco antes de la pandemia) comenzó un movimiento para destrancar el proceso y se lograron acuerdos políticos entre funcionarios del Estado y miembros del Consejo Universitario que terminó en lo que hoy conocemos como Reglamento Transitorio, que permite la realización de las elecciones.
«Como toda buena negociación, ambas partes cedieron y tenemos un reglamento en donde en efecto participan empleados y obreros, pero la proporcionalidad de su voto es sobre la base del voto profesoral porque, al fin y al cabo, las universidades son instituciones académicas. Pero aquí quiero resaltar la importancia de la negociación para llegar a acuerdos y destrancar el juego político”, expresó.
Reinstitucionalización de la UCV
Ricardo Ríos, representante profesoral principal ante el Consejo Universitario, destacó que podría ser un retorno a la institucionalización de Venezuela: “Estas elecciones significan el retorno a la vida institucional completa de la UCV. Cuando yo propuse en el CU la aprobación del ambiente electoral, lo hice pensando en lo que pasó y después, demasiado tarde para mi gusto, la renovación del movimiento estudiantil, de la representación de los egresados y del gremio profesoral”.
Añadió que esto es una demostración de que la universidad no está “postrada”. “El creciente entusiasmo de participación es un mutis a los que pensaban que la UCV estaba postrada. Dada la influencia simbólica de la UCV, esto significará una reactivación de la renovación del liderazgo universitario en todo el país, un hecho claramente trascendental”.
También para Báez estas elecciones significan “cambio, reinstitucionalización y, sobre todo, fortalecimiento de la trayectoria democrática de los ucevistas”. Mientras que para Angarita es un retorno al debate: “Es la oportunidad de reinstitucionalizarnos, lo que implica revivir el debate universitario. Que la universidad pueda plantearse y renovar las discusiones, tan necesarias, de educación superior ahora en tiempos de digitalización, de educación a distancia, de inteligencia artificial, de nuevas carreras, de nuevos retos para la sociedad de la producción. Creo que para la universidad significa revivir, reimpulsar, renovar lo que antes era la principal casa de estudios del país, el principal centro de gestión de información y desarrollo”.
Dijo que la lucha por lograr estas elecciones responde a una solicitud de la sociedad “por qué se realizan elecciones luego de todo este período. Es una demanda de los profesores, de la comunidad universitaria y de la sociedad en general que la universidad y todas las instituciones se normalicen y se actualicen, que haya elecciones, se rescate el debate para actualizarse y estar en las grandes tendencias de educación universitaria del presente y el futuro”.
Expectativa e incertidumbre
Los entrevistados resaltaron que se preparan con muchas expectativas, pero también pesa la incertidumbre ante tantos años sin la posibilidad de poder ejercer su derecho a elegir. “Este proceso electoral ha dinamizado a la UCV. Primero porque los ucevistas somos profundamente democráticos y cada vez que hay elecciones nos mueven todas las fibras. Lo hemos visto recientemente con las elecciones estudiantiles, las de egresados, que tenían 11 años sin hacerse, y las de la Apucv que, a pesar de que el clima no ayudó, la participación fue bastante alta”, indicó Báez.
Aseveró que en el proceso reina el entusiasmo por el cambio. “Poder elegir quienes van a dirigir a la universidad por los próximos 3-4 años (dependiendo del cargo) hace que todos estemos entusiasmados. Ahorita hay autoridades que no fueron electas para su cargo, pero que los que sí renunciaron o murieron. Hay decanos encargados o peor aún encargados de los encargados y eso, aunque resuelva los problemas administrativos del día a día universitario, merma la dinámica académica e institucional”.
Ríos, por su parte, aspira a que estas elecciones sean el punto de partida de la reinstitucionalización de la UCV. En tanto, Angarita, quien también se encuentra entusiasmado, habló de la incertidumbre que estas elecciones le producen: “Nos preparamos con mucha expectativa e incertidumbre,porque tenemos mucho tiempo sin realizar una elección y la falta de ellas ha congelado a la universidad en una inercia donde no se debaten ideas ni cambios. Incertidumbre porque al ser esta la primera elección en mucho tiempo y estar bajo un nuevo reglamento, no se sabe a ciencia cierta cómo son los resultados, cómo va a ser la participación. Se cree que será alta la participación por las expectativas que genera, pero se incluyen también elementos como que hay nuevos votantes, votan todos los egresados, primera vez que esto ocurre; votan empleados y obreros, también primera vez que ocurre; y vota una población estudiantil mermada a un tercio de lo que era su matrícula hace 10 o 15 años”.
Proceso electoral
Ríos explicó que en este proceso electoral no hay reelección al mismo cargo para las cuatro autoridades centrales, pero los decanos y representantes profesorales sí pueden optar a ser reelectos. «Con estas elecciones los ucevistas retomamos las riendas de nuestra institución. Llevamos demasiado tiempo con la misma gente en los órganos de dirección, Además, esta vez todos los sectores participaremos, lo que será un insumo muy importante a la hora de redactar una ley de universidades”.
Explicó que dependiendo del cargo, los requisitos para postularse varían. «Para cualquiera de las cuatro autoridades deben ser profesores o profesoras, activos o jubilados, con probada actividad docente continua en los últimoscinco años, que tengan el título de doctor. Lamentablemente, el CU no quiso incluir el requisito de ser profesor titular para poder optar al rectorado».
Añadió que para la candidatura a un decanato “los requisitos son similares, salvo que no pueden ser jubilados. Para representantes profesorales al CU tienen que tener el escalafón mínimo de agregado, jubilado o no y para ser representantes profesorales ante los consejos de facultad y escuela no pueden ser jubilados”.
Por su parte, Báez concluyó con la siguiente idea: “Yo tengo altas expectativas, han surgido múltiples precandidatos (aún no se inscriben y no sabemos el número final) lo cual habla de la necesidad de renovación, pero también de la vena democrática y plural que rige a la universidad, esto no es un debate entre el bueno y el malo, o entre el malo y el menos malo, como a veces ocurre en el país. Esto es un debate en donde cada uno tiene su visión de universidad. Algunos conocen más que otros los intríngulis y ritmos de la UCV y ya el electorado se encargará de decidir cuál es la propuesta que más le gusta”.