En momentos cuando el país registra una fuerte escasez de gasolina y diésel, el proyecto de conversión profunda o cambio de patrón de refinación en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, vendría como anillo al dedo para solucionar la falta de combustible en el mercado interno.
Sin embargo, fuentes del sector petrolero que solicitaron guardar sus nombres en reserva aseguraron que el proyecto de cambio de patrón de refinación experimenta un fuerte retraso.
«Desde antes de la cuarentena por el coronavirus en marzo de 2020 los trabajos están paralizados», dijo un consultado.
En ese sentido, José Bodas, secretario ejecutivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), reveló que «actualmente en la obra sólo está la Guardia Nacional custodiando los espacios y equipos de la nueva instalación petrolera».
Agregó que el personal contratado para la construcción fue despedido desde antes de la pandemia y no hay señales de una reanudación de los trabajos.
El representante de la Futpv destacó que el proyecto ha pasado por varias interrupciones y diferimientos debido a la mala gerencia y la corrupción por parte de distintas directivas de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), incluyendo la de Rafael Ramírez.
Recordó que la fecha original de puesta en servicio del proyecto era 2012, con una inversión de 4.000 millones de dólares.
Reimpulso con frenazo
En septiembre de 2018, Pdvsa anunció que el proyecto de conversión profunda registraba un avance promedio de 70% en la parte de procura e ingeniería y que ya las obras civiles estaban en marcha.
Fuentes calificadas, que pidieron no mencionar sus nombres, indicaron que la causa de la parálisis de la obra es la negativa de las contratistas a trabajar hasta que Pdvsa les cancele deudas pendientes.
«Un elemento importante del cambio de patrón de refinación en Puerto La Cruz es que el proceso seleccionado para la conversión profunda de crudos pesados de la Faja Petrolífera del Orinoco es el HSHPLUSR/SHP, desarrollado por Intevep, filial de investigación y desarrollo de Pdvsa», destacó un consultado.
Explicó que prácticamente el proyecto de cambio de refinación es una nueva refinería que está cercana a la refinería de Puerto La Cruz en operación desde 1.950.
El proyecto de conversión profunda contará con dos trenes de procesamiento de crudo de 131.000 barriles diarios de capacidad, cada uno.
«Si esa instalación hubiese entrado en servicio en la fecha prevista, el mercado interno estaría abastecido de diésel y gasolina. Además, se estarían exportando volúmenes adicionales de productos refinados con el consiguiente ingreso de divisas», insistió un consultado.
En la ejecución del proyecto participa el consorcio integrado por Huyndai Engineering & Construction (Huyndai ECC) de Corea, Huyndai Engineering en sociedad con Wison Engineering de China y Pdvsa, así como las japonesas Chiyoda y JGC y la consultora venezolana Inelectra.
«Estamos hablando de un proyecto de envergadura que contempla instalar 25 plantas nuevas para transformar crudo pesado de la faja petrolífera de menos 10 grados API (American Petroleum Institute) de gravedad y residual de refinación en productos más livianos y de mayor calidad como diésel, nafta y gasóleo, sin metales, azufre y nitrógeno», precisó un consultado.
Añadió que también se prevé la instalación de 16 tanques nuevos de almacenamiento de hidrocarburos y el reacondicionamiento de 35 tanques existentes del circuito de refinación del oriente del país.
Respecto a la refinería de Puerto La Cruz -cuya capacidad de procesamiento de crudo es de 190.000 barriles al día- las fuentes indicaron que actualmente produce 20.000 barriles diarios de gasolina.
Este volumen, según las fuentes, está destinado a formar parte de la oferta del carburante al mercado interno.
Este último, alertaron, registra un déficit recurrente de 30% en la demanda nacional de gasolina de 120.000 barriles/día, ocasionando largas colas de vehículos en las estaciones de servicio, sobre todo, en el interior del país.