El día 18 de octubre, el gobierno de Estados Unidos emitió una licencia general mediante la Oficina de Control de Activos Externos (OFAC, por sus siglas en ingles), por la cual se facilita y permitiría aumentar la producción de petróleo y gas, e igualmente las transacciones de los bonos emitidos por Venezuela, la comercialización de minerales y las operaciones financieras a través del BCV y el Banco de Venezuela. También se remueven las sanciones secundarias a empresas no estadounidenses para que puedan operar con mayor libertad en Venezuela.
La licencia a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) es amplia en cuanto a las operaciones autorizadas y facilita acuerdos de petróleo y gas con inversionistas privados. Lo cierto es que Pdvsa y sus filiales no están sujetas a prohibiciones que les impida operar en Estados Unidos con personas de allá y tampoco con terceros.
En mi criterio es una suspensión amplia, aunque temporal (renovable) que permite realizar operaciones que se requieran. Es interesante que se levantó la prohibición de negociar bonos venezolanos en el mercado secundario entre estadounidenses. Entre otros temas relacionados fueron la autorización con la comercialización del oro y la deuda externa.
Se trata del mayor y más ambicioso cambio que materializa Estados Unidos hacia Venezuela desde la imposición de las sanciones en 2019. No obstante, la disputa por los activos de Venezuela en Estados Unidos y algunos países europeos sigue su curso legal y no están amparadas por las licencias. Las licencias tienen un lapso de duración de seis meses, renovables.
Algunas estimaciones nos hacen pensar, que el alivio de las sanciones puede permitir para Venezuela en lo que resta de 2023 unos 4.500 millones de dólares adicionales por cuanto los crudos que se podrían redirigir al mercado estadounidense tendrían un flete menor y además no estarían sujetos a descuentos, que se tiene que aplicar en otros mercados en virtud de las sanciones.
Tal vez el tema más importante es tener una aproximación al número de barriles adicionales que Venezuela puede extraer una vez se comiencen a realizar las nuevas inversiones que facilitarían las licencias.
Es importante mencionar que de las empresas mixtas de la faja del Orinoco que fueron autorizadas quedan un buen número de ellas, de las cuales las siguientes tienen el músculo financiero para aumentar de inmediato la producción: Chevron, Repsol (España), ENI (Italia) y CNPC (China) y, entre ellas, Chevron ya está planificando nuevas inversiones para extraer más petróleo en el estado Zulia.
De esta manera el primer semestre de la producción de Venezuela podría totalizar unos 920.000 barriles diarios desde los 780.000 barriles diarios actualmente.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos publicó una licencia amplia para la producción, la comercialización, la exploración, la venta, la exportación de Pdvsa, con lo cual se levanta la sanción para la producción de petróleo y la venta del producto y esto representa una importante oportunidad que sin duda será de4 interés para muchas otras empresas del sector.
En realidad, es a partir de mediados de 2024 donde se espera que la producción aumente de manera importante. En estas condiciones y sin las sanciones al BCV, el flujo de divisas petroleras puede mejorar apreciablemente, por la vía de los mayores ingresos fiscales y mover una economía que a lo largo de 2023 se ha ralentizado respecto al comportamiento favorable que tuvo en 2022. Claramente estaremos ante un nuevo escenario y una nueva oportunidad para Venezuela de un adicional incremento de sus ingresos petroleros y que se reactive la economía en el 2024.
Para Venezuela el alza de los precios del petróleo representa en lo económico siempre una oportunidad para aumentar la producción petrolera y con ello mejorar su flujo de ingresos fiscales y de divisas.
En diversas oportunidades he señalado que las sanciones han terminado perjudicando a los venezolanos. Es justo que se logre una mayor flexibilización y eliminación de las sanciones. Todo esto puede ser el primer paso para el restablecimiento de unas relaciones importantes entre Estados Unidos y Venezuela. En lo concreto esto representa una mejora en las proyecciones económicas del año 2024, que estaremos analizando posteriormente.