La hiperinflación en Venezuela y las restricciones por la COVID-19 han hecho que migrantes venezolanos cambien la manera de hacer llegar las remesas a sus familiares en el país.
La solución ha sido comprar alimentos y otros productos a través de transferencias bancarias vía electrónica a negocios que se encargan de realizar el mercado y enviarlo al domicilio del familiar, señalaron fuentes que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«Enviar la remesa en dinero a mis padres resultó inconveniente porque la plata cada vez les alcanzaba menos y para colmo terminaban comiendo mal. Ellos viven en una urbanización donde la oferta de productos no es muy variada», contó un joven ingeniero residente en Chile.
Refirió que con este nuevo servicio las divisas rinden más, con la ventaja de que sus parientes reciben el mercado en su casa con alimentos mucho más nutritivos como carne y pollo.
En el último año han proliferado los anuncios en la web de emprendimientos y negocios que ofrecen el servicio de comprar el mercado con entrega a domicilio.
Asimismo, cadenas de tiendas físicas ubicadas en Venezuela ofrecen ese servicio mediante avisos publicitarios en los canales locales y televisión por cable en los países donde hay diáspora venezolana.
Panaderías, frigoríficos, supermercados, farmacias, entre otros, se suman anunciando por Internet sus facilidades para el servicio.
«Antes enviaba a la familia cajas con alimentos, pero eso cambio como consecuencia del incremento bárbaro de las tarifas de envío por avión», narró un venezolano que vive en Estado Unidos.
Recordó que mandar las cajas con comida fue una solución durante la gran escasez de hace varios años. «Ahora en el país se consigue de todo, por lo que resulta más ventajoso comprar las cosas allá», dijo.
«Con la COVID- 19, los fletes por transporte y envío aéreos se han encarecido mucho debido a las restricciones de las rutas y aeropuertos en muchos países. En el caso venezolano, el transporte aéreo de encomiendas a particulares ha registrado una caída el último año», reveló una fuente del sector.
Una pensionada del Seguro Social, cuyo hijo vive en Argentina, expresó: «Desde que me llega el mercado se me quitó el dolor de cabeza de recorrer varios lugares comparando precios para rendir el dinero de la remesa. Además, mi hijo está más tranquilo porque se reduce el riesgo de que me contagie de coronavirus».
“Son gente responsable, el mercado lo entregan a tiempo. Con estas facilidades de comprar por Internet, ningún venezolano en el exterior tiene la excusa de que no puede ayudar a su familia en Venezuela, donde se pasa tanto trabajo», destacó otro adulto mayor.