Los adultos mayores están condenados a no contar con los medicamentos necesarios ofrecidos por el sistema de salud de la administración de Nicolás Maduro.
La razón: el ingreso que perciben de una bajísima pensión y uno que otro bono de Maduro es insuficiente para cubrir los gastos de medicinas, aseguraron los afectados.
«Ni siquiera se pueden adquirir los remedios en las farmacias socialistas que se distribuyen mediante camiones a, como dicen ellos, precios solidarios», sostuvo Luis Cano, coordinador del Frente Amplio de Jubilados y Pensionados.
Explicó que a los adultos mayores se les han cerrado las puertas que les garantizaban el derecho a contar con las medicinas sin costo alguno, suministradas por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
«Muchos de los pensionados del Seguro Social y jubilados del sector público padecen enfermedades crónicas como hipertensión, cardiopatías o diabetes, entre otras. Sin embargo, no se les atiende el derecho a que se las suministren luego de años de cotizar a la seguridad social», sostuvo el dirigente.
Fuentes vinculadas al sector salud revelaron que las farmacias de los centros de atención del Seguro Social, las cuales suministraban tradicionalmente medicinas a los trabajadores activos y pensionados, no son abastecidas desde hace años.
«Del Seguro Social solo funciona la farmacia de alto costo en Los Ruices, Caracas, para pacientes trasplantados, con cáncer y VIH, entre otros. En el interior estas farmacias presentan fallas de abastecimiento», aseguró un consultado.
Respecto a la opción de las farmacias socialistas ambulantes, las fuentes precisaron que el servicio no siempre está disponible, por lo que poco ayuda a los adultos mayores.
«Pese al descuento, no puedo comprar en el camión que llega cada 15 días a la Redoma las medicinas que necesito para controlar la tensión. El dinero apenas me alcanza para la comida», contó un pensionado de 72 años de edad en El Valle.
«En Candelaria, el camión llega a la plaza semanalmente. La última vez el blíster con diez pastillas -y necesito tomar una diaria- costaba cuatro millones de bolívares frente a cinco millones en la farmacia comercial», narró un pensionado de 80 años.
Añadió que aún con la rebaja le es muy difícil comprar el medicamento con una pensión de 1,2 millones de bolívares mensuales más algún bono que pague Maduro.
En la farmacia socialista ubicada en la sede del Ipasme en la avenida Fuerzas Armadas de Caracas, diariamente se forman largas colas desde la madrugada para acceder al medicinas sin costo previa presentación del récipe medico.
Allí los usuarios se quejan de que cada vez con más frecuencia faltan las medicinas solicitadas.
«Vivo en Guatire (Miranda) y vengo a esta farmacia para ahorrar el gasto de medicamentos. Pero desde que se declaró la cuarentena de la COVID-19, muchas de las veces que he venido la farmacia está cerrada. La explicación que me dan es que no la han dotado», refirió una jubilada de 68 años.
Cano precisó que como los precios están dolarizados, en las farmacias comerciales aumentan por la devaluación.
«Las personas con una pensión y el bono de Maduro que le cayó compran con bolívares, lo cual hace más difícil adquirir medicinas y mucho menos las dosis completas», sostuvo.
Un consultado de 70 años dijo: «Sé que hace daño, pero tomo media pastilla en lugar de una como me ordenó el médico».
“Sustituyo parte de las pastillas de la tensión tragando dientes de ajo o tomando té de hojas de guayaba», afirmó otro.