Rusia ha pasado a ser el principal beneficiario de buena parte de los factores que perjudican los suministros de petróleo y combustibles de países como Arabia Saudita, Venezuela, México o Colombia hacia Estados Unidos, al convertirse en el segundo suplidor solo superado por Canadá, señala el semanario Exclusivas Económicas.
La data más actualizada de la Oficina de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) da cuenta que hasta el cierre del primer trimestre de 2021 los despachos petroleros de Rusia alcanzaron 740.000 barriles diarios, volumen que se convierte en récord en 12 años, agrega la publicación.
Este cantidad registrada en marzo representa un aumento de 77,8% con respecto al nivel reportado en diciembre de 2020 y un incremento de 14,7% con relación al mismo mes del año pasado. Ese monto en tres cuartas partes se corresponde a productos refinados y el remanente a crudo, indica el semanario.
México y Arabia Saudita, que figuran en el tercero y cuarto puesto como suplidores de Estados Unidos, respectivamente, aparecen con significativos descensos en sus despachos hacia ese país. El primero registra una reducción de 29% cuando se compara el volumen de marzo 2020 versus 2021 para arrojar un saldo por 568.000 barriles diarios; mientras que los despachos sauditas se contrajeron 71% al comparar los suministros por 351.000 barriles por día frente al pico que se tuvo el año pasado sobre 1,2 millones de barriles diarios, agrega Exclusivas Económicas.
¿Qué ha ocurrido a favor de Rusia? Venezuela perdió el mercado petrolero de Estados Unidos desde febrero de 2019, debido a las sanciones comerciales que impuso el gobierno de Donald Trump; Arabia Saudita redujo sus despachos como parte de su recortes impulsados para fortalecer el acuerdo de la OPEP+ para propiciar una estabilidad y alza en precios del crudo; el plan de apertura de México se ha limitado en la gestión de Andrés Manuel López Obrador y Colombia ha afrontando dificultades sociales y políticas que han tenido repercusión en su sector de hidrocarburos, explica el semanario.
Paradójicamente, esta presencia rusa en el mercado estadounidense se da en un contexto en el que la gestión del presidente Joe Biden no le resulta tan favorable a Moscú, como sí ocurrió en la era Trump.