Fe y Alegría ofreció este miércoles su balance del año escolar 2020–2021. El director general de la institución, Manuel Aristorena, destacó las cifras de gestión: 106.000 alumnos (inscritos) en el Programa Escuela, casi 4.000 en el programa IRFA, 2.500 en educación universitaria y también unos 2.500 en el programa de capacitación.
“Podemos decir con satisfacción que Fe y Alegría ha cumplido”, aseguró el sacerdote. Agregó que estos logros, a pesar de las adversidades producto de la pandemia de la COVID-19 para las instituciones académicas, “hemos logrado con mucho esfuerzo, mucha satisfacción y, sobre todo, muchísima creatividad atenderlos. Ha sido bonito el esfuerzo porque las condiciones cada día han sido más duras”.
Aristorena insistió en que la creatividad se convirtió en una herramienta fundamental para la educación de los estudiantes que forman parte de los programas de Fe y Alegría. “Hemos usado todos los medios posibles: radio, Internet, la visita domiciliaria de maestros, para que no quede ningún niño o joven sin atención. Se han diseñado nuevas maneras para que llegue la información y los contenidos educativos, también ha habido asistencia en los colegios respetando las medidas de bioseguridad. La verdad es que se ha logrado mucho”.
Sobre el Instituto Radiofónico de Fe y Alegría (IRFA), su director detalló que a través de programas como “Sin salón” para la asistencia de la educación universitaria “hemos logrado una semi presencialidad y se han diseñado programas de más de 120 aulas virtuales para atender a los alumnos y hasta hemos realizado graduaciones, respetando las normas de bioseguridad”.
En cuanto al programa de capacitación, dijo que atraviesa por un proceso de reconstrucción en el que se está “queriendo que el programa de capacitación responda a las necesidades del país y al deseo que tiene Fe y Alegría con su educación de preparar a la gente para que sea productiva”.
Destacó que con esta nueva modalidad de trabajo pueden reconocer nuevos logros para la institución. “Hemos cultivado valores, la espiritualidad. Ha crecido muchísimo la relación escuela-comunidad. Ha habido un acompañamiento pedagógico, apoyándonos a las redes al personal. Creo que ha habido muchas más reuniones que en los tiempos de presencialidad y eso ha hecho posible que haya habido cercanía hacia el personal”.
Colaboraciones que rinde frutos
El director general de Fe y Alegría recordó la fuerte situación económica por la que atraviesa el país y aunque agradeció la colaboración de organizaciones nacionales e internacionales, también advirtió que si desde el Ejecutivo no se presta mayor atención al tema de los sueldos y salarios de los docentes y demás trabajadores de los planteles educativos, la situación podría dejar de ser favorable.
“En las escuelas ha habido una atención muy especial, apoyados en organizaciones nacionales e internacionales y de esos 106.000 alumnos que tiene el Programa Escuela, hemos logrado dar alimentos a casi 26.000 alumnos. Eso ha sido una bendición para esas familias, generalmente ha sido a través de bolsas de alimentos porque no se nos hacía posible dar de comer en las escuelas”, dijo.
De la mano de la dotación de alimentos también se ha logrado la capacitación de las familias en temas como alimentación saludable, higiene y saneamiento del agua. “Se ha mejorado muchísimo las condiciones de las escuelas y creo que todo eso ha sido hermoso. Ha sido algo que llena de satisfacción al concluir el año escolar”.
Aseguró que atender a 85% del personal es “un esfuerzo considerable”. “Las condiciones para muchos de esos alumnos han sido duras para sus familias. Posiblemente, hayan tenido que ponerse a trabajar en la economía informal y es duro que hayan dejado sus estudios y que no hayamos podido atenderlos como hubiésemos querido”, indicó.
Destacó que otro reto para Fe y Alegría fue atender al personal, anclados en el lema “todos somos maestros”, el cual fue concebido con varias intenciones: “Primero que en las familias los representantes cercanos de los alumnos sientan que tienen una responsabilidad de enseñar y ayudar en lo que ellos saben a los niños y jóvenes en su proceso de aprendizaje, y reconozcan lo duro que es el trabajo de enseñar. Ha habido esfuerzos para que los maestros mejoren sus condiciones laborales, todos sabemos el sueldo miserable del personal de las escuelas”.
Por esta razón honró el trabajo del equipo que labora para la organización: “El que haya habido entusiasmo, ganas y creatividad es algo que nos llena de satisfacción. Fe y Alegría ha cumplido y lo ha hecho bien. Ha habido apoyos económicos, muy pequeños para lo que se merece. Hemos tenido una rifa, un apoyo de organizaciones y amigos de Fe y Alegría, con los que se han logrado pequeños incentivos económicos. Ha habido una atención muy especial a los maestros, aunque hemos tenido mucho personal que ha abandonado las aulas de Fe y Alegría porque no pueden vivir con lo que ganan”.
Para finalizar, agradeció el compromiso de los decentes, personal especializado, obrero y administrativo que se mantiene laborando en la institución y envió un mensaje de esperanza a los venezolanos: “Agradecer a papá Dios y tanta que gente que ha hecho posible llegar al fin de curso con la frente en alto, con la convicción de que Fe y Alegría cumple y cumplió. Tenga la seguridad el país de que, aunque crezcan las dificultades, Fe y Alegría dice presente y seguirá cumpliendo”.