La recomendación de visitar al odontólogo dos veces al año para prevenir la caries y mantener la dentadura sana no la cumplen muchos venezolanos desde hace varios años como consecuencia de la crisis económica, aseguraron fuentes del sector que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«Los pacientes, y muchos de ellos de clase media, acuden al consultorio por emergencia y muchas veces el tratamiento no se realiza de forma completa por la falta de recursos», explicó una odontóloga en el este de Caracas.
Lamentó los casos de pacientes que prefieren perder una muela o un diente porque no tienen dinero para costear un tratamiento de conducto y una corona.
En Caracas, las tarifas odontológicas varían de acuerdo con las zonas; sin embargo, una consulta de primera vez está entre 40 y 100 dólares, una reparación de muela con amalgama entre 60 y 100 dólares y una radiografía entre 15 y 50 dólares.
«Estoy reuniendo la plata, son 150 dólares, con mucho sacrificio para el tratamiento de conducto y una corona», dijo una vecina en Candelaria.
Otra paciente contó que por un tratamiento de conducto y la restauración de otra muela le cobraron, a mediados de año pasado, 400 dólares en un consultorio en el este de Caracas. “Tuve que usar los pocos ahorros que tenía en dólares para cubrir ese gasto. No podía seguir aplazando el arreglo de mis muelas”, contó una habitante del municipio Baruta.
Odontólogos explicaron que las casas comerciales proveedoras de materiales -los cuales en su mayoría son de origen importado- les cobran en dólares y con incrementos constantes.
A esto se suma, añadieron, los gastos de alquiler del local, el condominio y los servicios.
Con la pandemia también hay que incorporar el costo de los aditamentos de bioseguridad y desinfectantes para prevenir la COVID-19, al cual están muy expuestos estos profesionales.
La alternativa de la atención odontológica a menor costo o gratuita por parte de las instituciones del Estado prácticamente esta cerrada, según refirieron profesionales que laboran en centros públicos de salud.
«En los ambulatorios del Seguro Social y desde antes de la pandemia, los dentistas hacen lo que pueden porque no los dotan de insumos. A veces ni siquiera se puede hacer una revisión al paciente porque no hay agua», narró un consultado.
Pablo Zambrano, directivo del Sindicato de Trabajadores de la Salud, sostuvo: «El área odontológica experimenta la misma crisis del resto del sector salud debido a las malas políticas y abandono del chavismo».
Advirtió que los bajos salarios y la falta de insumos en los centros de salud han ocasionado el éxodo de más de 30% del personal -médicos, odontologos, bioanalistas, enfermeras, entre otros- durante los últimos dos años.
«El déficit de atención odontológica por parte del Estado lo están cubriendo los profesionales privados, pero mucha gente no cuenta con recursos suficientes para acudir a ellos, salvo en emergencias», destacó.
Profesionales odontológicos del sector público alertaron que muchos centros que prestan el servicio en el país -hospitales materno infantiles, Ipasme, Seguro Social y ambulatorios de alcaldías, gobernaciones, Ministerio de Salud y Barrio Adentro- están paralizados o al borde del cierre.
Denunciaron que al igual que los médicos y otros trabajadores sanitarios, los dentistas muchas veces carecen de la dotación de kits de bioseguridad.
«Estuve aguantando varios meses el dolor de muela -a punta de ibuprofeno- hasta que pude reunir el dinero para arreglarla», refirió un habitante del barrio Los Anaucos en San Bernardino.
Otro vecino en Chacao afirmó que “el gasto del dentista está casi de último en el presupuesto familiar, pues casi todo se va en comida».