Caraqueños esperaron a cobrar las utilidades para reparar las filtraciones de agua en baños y cocinas de sus viviendas. Sin embargo, ese ingreso económico extra se quedó corto frente a los altos precios para ejecutar este tipo de trabajo, aseguraron fuentes del sector que solicitaron no mencionar sus nombres.
«Por la medida chiquita arreglar una filtración implica gastar más de 120 dólares», señaló un plomero en Candelaria.
Trabajadores por cuenta propia que realizan este tipo de obra indicaron que los materiales -cuyo precio es en dólares- aumentan constantemente. «Además, por la situación económica, la gente va dejando para después estas reparaciones con lo que el tamaño de la filtración aumenta porque el agua se riega por la pared, techo o piso», dijo un consultado.
«Es un verdadero dolor de cabeza. Cada vez que se rompe un tubo hay que cargar en los recibos del condominio 300 y hasta 1.500 dólares según sea el daño y los residentes ponen el grito en el cielo», explicó el representante de una junta de vecinos de un edificio en La Florida.
Un venezolano residenciado en el exterior narró que recientemente puso en venta su apartamento ubicado en Los Caobos y que permaneció cerrado más de dos años. «Tuve que gastar más de 300 dólares en reparar una filtración porque por el apartamento con ese desperfecto los clientes pedían rebaja del precio de venta de hasta 3.000 dolares», sostuvo.
Representantes de inmobiliarias revelaron que como los apartamentos y casas están mucho tiempo vacíos y cerrados las filtraciones se van esparciendo. «Gasté los 200 dólares que me dieron de utilidades en una megafiltracion en el baño y todavía quedo pendiente colocar la cerámica porque no me alcanzó la plata», expresó un vecino en San Antonio de Los Altos.
En las ferreterías de la capital el precio de cada tubo de media pulgada de diámetro es de 12 dólares; mientras que un conector y una llave de paso cuestan 3 y 10 dólares, respectivamente. A esto hay que sumar la pintura -un galón cuesta 10 dólares- y la cerámica cuyo costo por unidad varía según el modelo, la marca y la calidad. El cemento, la arena y el pego se consiguen a 10, 1,50 y 40 dólares el saco.»Lo más costoso es la mano de obra porque la reparación requiere un gran esfuerzo físico. Hay que picar con martillo y cincel toda la superficie que presente humedad, instalar el tubo y otros componentes y luego frisar y pintar o colocar la nueva baldosa», precisó un plomero-albañil.
Agregó que los clientes «la ligan para que el trabajo con martillo y cincel se pueda hacer desde una pared o piso colindante con el baño o la cocina, ya que esto implica pintar en vez de colocar cerámica».
Otro trabajador reveló que la incorporación de la cerámica eleva mucho más el costo, pues los fabricantes cambian los modelos de las baldosas cada dos años, lo cual implica colocar el parche con cerámica más o menos parecida a la existente o tumbar todo y poner la totalidad de baldosas con un nuevo modelo.
En los negocios recorridos, se observó que el precio de cada pieza de cerámica está entre 18 y 50 dólares de acuerdo con la calidad, la marca y tendencia de la moda en decoración.
Por su parte, ingenieros advirtieron que las filtraciones de agua con mucho tiempo afectan las estructuras de los inmuebles. «El problema es que en Caracas la edad promedio de la mayoría de los edificios y casas sobrepasa los 35 y 40 años, por lo cual las tuberías y conexiones originales ya cumplieron su vida útil», manifestó un consultado.
Por esa razón, destacó, se presentan las filtraciones, pero con los bajos sueldos las reparaciones pasan a un segundo plano. «La prioridad es el gasto familiar, sobre todo alimentos», dijo.