El 6 de enero de 2014 una noticia sacudía a quienes todavía tenían la resaca del año viejo: el homicidio de Mónica Spear y su esposo Thomas Berry. Además, la prensa reseñaba que la pequeña hija de ambos, Maya Berry Spear, estaba herida en un hospital carabobeño.
Las investigaciones policiales determinaron que seis personas emboscaron a la familia Berry-Spear la madrugada de ese Día de Reyes cuando regresaban a Caracas de unas vacaciones familiares por varias ciudades venezolanas. El viaje quedó inmortalizado en el perfil de la ex Miss Venezuela de Instagram.
Mérida y Los Llanos fueron los destinos donde Mónica y Thomas trataron de retomar su matrimonio. La pareja estaba separada. Algunos afirman que ya había salido el divorcio, pero esa Navidad quisieron darse la oportunidad de reconciliarse.
La pareja se detuvo en la vía hacia Puerto Cabello porque se accidentaron por unos “miguelitos” en la vía. Mientras cambiaban un caucho y eran auxiliados por una grúa fueron emboscados, produciéndose disparos y hechos que aún, para algunos, están confusos.
Una de las balas que disparó Gerardo José Contreras Álvarez, “El Gato”, segó la vida de la exreina de belleza y la de su esposo; otra hirió en una pierna a la pequeña Maya, quien dormía en el asiento trasero del vehículo. Contreras fue capturado casi dos años después y murió de tuberculosis en julio del año pasado en la cárcel de El Dorado, en el estado Bolívar.
Maya, actualmente de 13 años, quedó a cargo de la familia materna. Vive en Estados Unidos con sus tíos y abuelos.