Solo once aperturas en Grandes Ligas, necesitó el novato Reid Detmers, lanzador de Los Ángeles Angels, para completar la hazaña de un juego sin hits ni carrera. El del zurdo, fue el segundo de esta clase que se ve en 2022, aunque el primero fue combinado entre los serpentineros de los Mets de Nueva York.
108 lanzamientos, necesitó el joven de 22 años, para maniatar y silenciar a la peligrosa toletería de los Rays de Tampa Bay. Solo el infielder Taylor Walls pudo llegar a salvo a la inicial, luego de haberle negociado una base por bolas al siniestro en el sexto tramo, con un pitcheo en curva que casi mordía la esquina externa de la zona k.
Asimismo, Brett Phillips bateó como emergente en el séptimo capítulo, luego de haber reemplazado al torpedero Wander Franco en un movimiento defensivo. Lo cierto es que fue dominado por Detmers, pero se embasó por error del inicialista Jared Walsh.
El serpentinero trabajó a la toletería floridana a punta de rectas de cuatro costuras y con un cambio de velocidad letal, provocando rodados a diestra y siniestra. La recta de Detmers suele caminar sobre las 93 millas por horas, mientras que su cambio de velocidad se mueve en torno a las 84 millas.
Además, suele combinar con una curva (73 mph) y un slider (83 mph) que utiliza para sacar a los rivales de balance, pero que son más bien lanzamientos secundarios en su arsenal.
La de anoche, fue apenas su primera salida de calidad en la temporada y la segunda de su corta carrera. Este año ha subido al morrito en seis encuentros, pero su debut fue en 2021, con otras cinco presentaciones.
La joya de ayer frente a Tampa Bay destaca, sobre todo, porque hasta el momento el zurdo no había dado señales de tal control en su experiencia de ligamayorista. De hecho, antes de esta actuación, su efectividad estaba en 5.32 y los rivales le bateaban para .220 de promedio.
Ahora, además de lograr su segundo lauro (2-1) del calendario 2022, el porcentaje de carreras limpias le bajó considerablemente, exhibiendo ahora un respetable 3.77, mientras que el average en su contra es de .165.
La hazaña se convirtió en el juego sin hits ni carreras número 12 de esta organización. Cabe destacar que, de esa docena de logros, cuatro llevan la firma de un tal Nolan Ryan, cuando este vestía los colores de los –por aquel entonces– Angelinos de California.
“No sé si he asimilado totalmente esto. Es algo con lo que siempre soñé y no puedo siquiera procesarlo por ahora”, reconoció un emocionado Reid Detmers.
Por si fuera poco, todo les salió bien a los Angelinos en este encuentro, al punto que Mike Trout despachó par de cuadrangulares y Anthony Rendón, un habitual bateador derecho durante toda su carrera, se paró del lado de los zurdos y sacudió jonrón por el jardín derecho.