En las últimas semanas las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela han venido en picada. Estas divisas que se obtienen de la venta de petróleo están siendo utilizadas para frenar la devaluación del bolívar. Sin embargo, dejan a la moneda nacional sin respaldo en moneda extranjera; lo que está comenzando a generar temores. De quedarse el BCV sin suficientes reservas no es de extrañar que nuevamente comience una política de control de cambio, revela el semanario Exclusivas Económicas.
Ni el directorio del ente emisor ni desde la Vicepresidencia de la República en manos de la actual ministra de Finanzas, Delcy Rodríguez, se ha dado ninguna explicación sobre el descenso en los ahorros de la nación. No obstante, las cifras del Banco Central hasta el 23 de septiembre de 2022 sumaban 4.937 millones de dólares. Aun cuando en el renglón se señala que hay en existencia 10.037 millones de dólares en reservas es importante entender que de ese total hay 5.100 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional asignó a los países miembros en septiembre del año pasado. El detalle está en que ese dinero no está disponible – aunque esté contabilizado- por los problemas políticos que impiden que el FMI y la administración de Maduro mantengan relaciones.
Precisa la publicación, que si se comparan los 4.937 millones de dólares al cierre del 23 de septiembre de 2022 con los recursos acumulados para el cierre de diciembre de 2021 (sin incluir los aportes del FMI) se obtiene que el BCV ha perdido 837 millones de dólares en reservas internacionales, es decir, 100 millones de dólares al mes aproximadamente.
A esta realidad hay que añadirle el hecho de que el flujo de caja que va a las reservas internacionales lo genera PDVSA a través de la venta de petróleo, pero el precio del crudo ha caído 30 dólares por barril en los últimos meses. Adicionalmente, la petrolera estatal vende el petróleo a descuento; por lo que no
lo cobra a 100%.