La incorporación de unos pocos productos con proteína animal a los combos CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) más el elevado cobro adicional por concepto de transporte debido al alza del diésel a 0,50 dólares el litro, subió el precio de la bolsa de alimentos en Caracas hasta 15 bolívares, denunciaron beneficiarios que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«En Las Minas y Baruta están cobrando la bolsa a 12 bolívares, pero hay otras zonas donde piden hasta 15 bolívares», alertó un vecino del este caraqueño.
Un ama de casa contó que le avisaron a última hora sobre el aumento y tuvo que correr a buscar prestado para completar el monto.
«Debido a que incorporaron una bolsita de leche en polvo, una papeleta de café y una latica de mortadela, te quieren clavar un aumento de más del cien por ciento», expresó un pensionado del Seguro Social.
En el componente proteico de los alimentos a precio subsidiado -que la administración de Nicolás Maduro reparte a través de los consejos comunales- fueron incorporados recientemente la leche en polvo y la mortadela, las cuales junto con una lata pequeña de sardinas suman apenas 660 gramos de proteína animal.
Conductores de camiones que trasladan los CLAP refirieron que debido al alza del diésel a medio dólar el litro, el recargo por transporte pasó de 0,50 a 6 y 8 bolívares por usuario.
«Nos informaron sobre un subsidio del gobierno al combustible, pero todavía no se ha concretado», indicó un chofer.
Dick Guanique, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato, advirtió que el alza de los CLAP es un duro golpe al bolsillo de muchas familias con ingresos de uno o dos salarios mínimos.
«Cuando hablamos de 12 y 15 bolívares por bolsa, esto significa gastar 1,4 a 2,1 sueldos mínimos mensuales de 7 bolívares cada uno», explicó.
Lo antes expuesto, según el representante del Fadess, mengua mucho más el poder adquisitivo de grupos familiares cada vez más depauperados y que «por necesidad aguantan el chantaje oficialista de te doy alimentos si me das apoyo».
Recordó que el último sondeo Encovi (Encuesta Nacional de Condiciones de Vida) reveló que 94,5% de la población venezolana es pobre por lo que los CLAP representan un alivio para el presupuesto familiar.
Guanique alertó que «la mejora proteica» del contenido de las bolsas ocurre en campaña electoral y «no sería extraño que una vez pasadas las elecciones desincorporen productos de los CLAP».
El frijol de la discordia
Los usuarios consultados manifestaron también su rechazo a las recientes declaraciones de Maduro y su decisión de sacar de los CLAP los frijoles chinos porque a la gente no les gustan.
El primer mandatario destacó que la leguminosa es «un manjar» en países del oriente del planeta por lo que exportarían hacia allá el producto.
«Esos frijoles vienen muy sucios, con mucha piedra y residuos. Seleccionarlos es muy difícil cuando por la edad tienes problemas con la vista», sostuvo una pensionada.
Antes de su exclusión de las bolsas CLAP, los usuarios cambiaban o vendían los granos a los buhoneros. «Muchos clientes confesaron que usaban los frijoles para alimentar a los perros», narró un vendedor informal en Candelaria.
Guanique aclaró que el frijol -como muchos otros productos agrícolas- es de origen importado por la enorme caída de la producción del campo venezolano.
«Los productores y dueños de granjas porcinas importan ese frijol como alimento para los cerdos. No puede ser un manjar un producto que se le da a los cochinos», sostuvo.