Han pasado ocho años, desde la última vez que la Serie del Caribe se disputó en Venezuela; en aquel entonces, la Isla de Margarita fue la sede designada para albergar el torneo. Para la edición 2019, estuvo previsto –al igual que en 2018– que el evento se llevara a cabo en Barquisimeto, pero por decisión del comité organizador, las dos veces fue reubicado.
Sin embargo, la espera terminó y en 2023 la Serie del Caribe regresa a suelo venezolano, para celebrar su 65° aniversario con una edición cuya sede decidieron bautizar como Gran Caracas. Hace más de dos décadas, que la capital no era elegida para organizar la competencia internacional.
En un principio, el plan era que el estadio Universitario de la UCV fuera la principal plaza, para disputar la Serie del Caribe 2023, aprovechando el apogeo que hay en torno al Fórum de La Guaira, por lo novedoso que sigue siendo, aun cuando ya está por cumplir tres años desde su inauguración oficial.
El patio litoralense también estaría habilitado para recibir algunos enfrentamientos entre los países participantes. Sin embargo, surgió una novedad que provocó un cambio absoluto en los planes logísticos del torneo.
La Guaira se mantendrá como sede alterna, pero el Universitario pasará a tener un rol secundario, ya que solo sería utilizado como recinto de prácticas, en caso de que alguno de los países participantes así lo requiera.
Resulta que, se espera que el estadio de beisbol de La Rinconada esté completamente terminado y acondicionado para recibir un torneo de tal magnitud, por lo que pasará a ser el escenario principal de la Serie del Caribe: Gran Caracas 2023.
Asimismo, para esta edición se contará con la participación de un representante cubano, una vez más en condición de invitados. Vale recordar que el país antillano estuvo presente, de forma ininterrumpida, entre 2014 (en Margarita) y 2019 cuya sede terminó siendo Panamá, como país debutante; ese año se jugó con seis equipos.
Para 2020 y 2021, en parte por los estragos que causó el factor COVID-19 en el mundo, Cuba se ausentó de la fiesta caribeña, dando paso para que la inclusión de Colombia –en condición de invitado– se hiciera una realidad.
La 65° edición de la Serie del Caribe, además de contar con el retorno de la delegación cubana, también incluirá a un nuevo participante, ya que Curazao aceptó la invitación; de hecho, los delegados de la isla neerlandesa aprovecharon para inyectarle un poco de sabor al torneo, al decir que intentarán emular lo hecho por Panamá en 2019, cuando sorprendieron al coronarse como campeones en su año de debut.
“Es un hito histórico. Por primera vez tendremos ocho equipos participando en el torneo, con la incorporación de Cuba y Curazao como invitados especiales”, manifestó Juan Francisco Puello, comisionado del torneo.
Manteniendo el foco en las Antillas menores, Curazao también confirmó la participación de dos de sus ‘bigleaguers’ en la Serie del Caribe, como son los casos de Jurickson Profar –de los Padres de San Diego– y Jonathan Schoop –de los Tigres de Detroit–, a la espera de si algún otro se anima y confirma su asistencia.
Un caso interesante de ver, sería el del intermedista de los Bravos de Atlanta Ozzie Albies, quien ahora mismo se encuentra en la lista de lesionados por una fractura de pie, sufrida a mediados de junio. Su compañero de equipo, el cerrador Kenley Jansen también es de origen curazoleño.
A su vez, otro que podría animarse a participar, es el torpedero de los Phillies de Filadelfia; aunque Didi Gregorius es neerlandés, nacido en Ámsterdam, se crió en la isla y se hizo fanático del beisbol viendo juegos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, por lo que no sería descabellado verle.
El también campocorto, de los Cachorros de Chicago, Andrelton Simmons es otro de los jugadores de origen curazoleño que hacen vida en el beisbol de las Grandes Ligas.
Por otro lado, se confirmó que la próxima edición de la Serie del Caribe (2024) se llevará a cabo en la ciudad de Miami, algo que no ocurre desde comienzos de los años noventa (1990, 1991). Además, en palabras del propio comisionado, justamente esa edición marcará un antes y un después en la historia del torneo.