Todavía no estaba en edad escolar cuando Carolina Jaimes Branger comenzó a escribir sus primeras palabras. Sentada, mientras comía con su plato de sopa con pasta de letras al frente, la pequeña las sacaba del plato y en la pared las ponía una al lado de la otra. Sabía cuál era cada letra.
Su padre, al ver una y otra vez que el momento se repetía, le compró una pizarra magnética y la ayudo a familiarizarse con el abecedario. Cuando comenzó en preescolar, aprendió a leer muy rápido. A los seis años de edad, a Carolina le preguntaron qué le pediría al Niño Jesús y no lo pensó: una máquina de escribir. Y una Olivetti doble cinta esperó ese 24 de diciembre por ella debajo del árbol de Navidad.
Desde entonces, la escritura y la lectura han formado parte de su vida. Y ese interés se vio premiado hace tres semanas cuando el Círculo de Escritores de Venezuela le dijo que era merecedora del premio Lucila Palacios, como escritora del año. “Me sentí muy emocionada y contenta. Pero guardarme toda esa emoción tanto tiempo (risas). Estoy muy agradecida y feliz”, aseguró.
Jaimes Branger dijo que este reconocimiento “es un escalón más en mi carrera de escritora. Si pienso que ya llegué a un techo, no pienso que estoy mejorando y aprendiendo más. Puedo encontrar un artículo mío de hace tres años y corregirlo y seguro le consigo algún error. Eso me demuestra que he sigo creciendo y aprendiendo”.
En su haber tiene cinco libros -algunos se consiguen en Amazon- y está próxima a lanzar una novela en el transcurso de este año. Se trata de Gente bien, una historia de ficción que terminó durante la pandemia. “Trata sobre la hipocresía de la alta sociedad venezolana. Ahí trato algunos. Uno escribe sobre lo que oye y ha conocido. Es ficción que recoge lo que he hecho”.
Aunque se le conoce por su pluma, Carolina Jaimes Branger en realidad es ingeniero, carrera que hizo cuando no pudo entrar, en el tiempo previsto, a medicina. Fue profesora de cálculo y matemática, estudió un postgrado en Arte, pero la escritura es lo que la ha marcado.
Se considera una comunicadora. “Aprendí a leer y a escribir de pequeña y siempre fui una lectora muy ávida desde chiquita. Un buen escritor es primero un buen lector. Lo primero que yo escribí fueron poemas y luego fui evolucionando a otras cosas”.
Su primer artículo en prensa se publicó en 1998 en El Universal, como respuesta a uno que Ibsen Martínez escribió sobre Luis Alberto Machado. “Como él era muy amigo mío lo hice y se lo mandé al jefe de información sin conocerlo, para que lo analizaran. Tuve a mi favor de que era de las primeras personas que tuvoIinternet en Maracay. Y así fueron saliendo, hasta que a las tres semanas recibí una carta formal para ser parte de sus columnistas”.
Es muy activa en las redes sociales y con muchos seguidores, pero también detractores. Sin embargo, ella los surfea. “Uno aprende a hacer una coraza. O yo aprendo a que no me importa o lo dejo. Además, cuando me he equivocado he tenido la humildad de reconocerlo y la humildad es algo que voy a tener hasta el día que me muera”.
Su verbo también lo tiene en la radio pero solo para cosas positivas. Su programa cumplió 16 años en Circuitos Éxitos los sábados y domingos, a las 8:00 am.