Cigarrera Bigott, empresa con más de 100 años de operación ininterrumpida en Venezuela, advierte con preocupación que durante más de dos años ha venido sufriendo una caída abrupta en sus ventas y producción debido a la presencia de más de 130 marcas extranjeras que circulan actualmente en el mercado nacional y que no pagan el impuesto específico al cigarrillo.
La notable diferencia de precio que existe entre las marcas producidas en el país frente a las marcas extranjeras que no contribuyen al fisco hace imposible que una empresa como Bigott, que actualmente genera más de 12 mil empleos directos e indirectos, y que además cumple a cabalidad con todo el marco regulatorio y fiscal venezolano, pueda competir en igualdad de condiciones.
De acuerdo con cifras publicadas por Consecomercio, los productos nacionales son un 40% más caros que los importados.
El 72% del precio de una cajetilla de cigarrillos producida en Venezuela por trabajadores venezolanos y comercializada por Cigarrera Bigott, corresponde a impuestos establecidos por el gobierno nacional.
“En la misma medida en que disminuyen las ventas de cigarrillos nacionales debido a la oferta de productos que no pagan impuestos, ni cumplen con las regulaciones sanitarias establecidas por ley, el Estado venezolano pierde recaudación tributaria. Sólo durante el primer semestre de este año, el fisco dejó de percibir aproximadamente 100 millones de dólares”, afirmó Miguel Benzo, director legal de Bigott.
Actualmente, el 100% del tabaco utilizado por Cigarrera Bigott para su producción proviene de plantaciones en Venezuela. La empresa invierte y trabaja activamente en el campo venezolano con un enfoque de sostenibilidad, lo que le ha permitido desarrollar una sólida relación con más de 160 productores tabacaleros en los estados Cojedes, Portuguesa, Monagas, Guárico, Aragua y Carabobo, quienes a su vez generan más de 6.000 empleos directos e indirectos vinculados a la siembra y producción de la materia prima, proceso que es totalmente financiado por la compañía.
“Necesitamos que se implementen con mayor rigor los controles fiscales y aduaneros para los productos importados y que se evalúen las condiciones impositivas que se aplican a los productos venezolanos. De esta manera, se podrá garantizar la competencia justa entre los actores económicos y se seguirá fortaleciendo a las industrias legalmente establecidas, entendiendo que en ellas está la reactivación sostenible del aparato productivo nacional’’, concluyó Benzo.