En su video columna para HispanoPost, el economista y presidente de la encuestadora Datanalisis, Luis Vicente León, hace un análisis sobre los resultados electorales de las elecciones de este 21 de noviembre, y va más allá de ese mapa de Venezuela que resultó teñido de rojo.
“El primer mensaje es el tema de votos totales sobre ese 42% de participantes. A pesar de que el 60% de la abstención, es claramente mayoritariamente opositora, en ese 42% también el total de votas era en contra de la revolución, en contra de la oferta revolucionaria, es decir, el gobierno celebra un éxito, habiendo sacado una votación absolutamente enana en comparación a su historia e inferior a la votación de ellos”, explicó.
Otro tema importante de los resultados electorales, es la clara división que existe entre los partidos de oposición lo cual favoreció al oficialismo en esta contienda electoral.
“El segundo mensaje significativo de esta elección, es que la oposición tiene un problema central, no solo de desconexión con las masas, sino de fractura y división que le impide avanzar para convertir esa energía potencial de deseo de cambio que hay en Venezuela, convertirla en energía cinética que puede presionar realmente al ejercicio de ese cambio”, dijo.
Indicó que la división opositora se amplifica “porque estamos hablando de grupos completos que se fracturaron como resultado de esta elección”.
En cuanto al gobierno interino dirigido por Juan Guaidó, Luís Vicente León, asegura que luego de estos comicios se separa completamente del G4 y concentrará todos sus esfuerzos de ahora en adelante, para seguir siendo reconocido por los Estados Unidos.
Expresó que otro factor que se debe analizar es el de la población venezolana mayoritaria “que no se abstuvo porque alguien lo llamó a abstenerse, no se abstuvo porque estaba protestando abiertamente contra el gobierno, se abstuvo porque no siente esperanza de cambio, porque no se siente conectado con la oferta opositora”.
Finalmente, aseguró que la oposición antes de luchar con Nicolás Maduro, debe “luchar contra sus propios monstruos, reanimarse, reintegrarse, replantear y oxigenar su liderazgo y sus propuestas, para poder entonces tener la fuerza de negociación y de choque suficiente para enfrentar al gobierno de Venezuela”.
