Desde el año 2002 se celebra el Día Internacional del Gato cada 8 de agosto, fecha escogida por el Foro Internacional para el Bienestar Animal para conmemorar a todos los animales de esta especie. En esta ocasión se contará la historia de Yrohanick y Adriana, dos rescatistas que tienen a su cargo un grupo de 26 felinos, entre rescatados y comunitarios, en Caracas.
Yrohanick Aranguren vive en el 23 de Enero, en Catia; y Adriana Torre, en la avenida Fuerzas Armadas, ambas se dedican al cuidado de los gatos que han rescatado de penosas situaciones en las calles.
Las jóvenes al rescatar a un gato nuevo lo bañan, le quitan las pulgas, lo desparasitan y publican su foto con su historia en la cuenta de Instagram @tigreydamiana para buscarles un hogar. “Pero es difícil a veces porque los pequeños suelen ser adoptados más rápido que los adultos. La gente, por lo general, no adopta gatos adultos”, agregó Torre.
Explicó que las primeras ocho semanas de vida son las claves para la socialización. “A algunos los tenemos en casa para acostumbrarlos a la dinámica de un hogar y de los humanos, pero hay casos en donde más que todo los adultos no logran socializar”, comentó.
Un ejemplo de lo anterior es “Margot”, una gata adulta que decidieron llamarla así porque tiene un carácter de “amargada”, señaló Torres. “Nos mordió y nos mandó al hospital, hasta nos tuvieron que inyectar. A ella la rescatamos con sus cuatro gatitos recién nacidos, pero ella estaba estresada por estar en casa, no se acostumbró y tuvimos que soltarla en el sitio donde la encontramos”, apuntó.
La parte menos agradable de los rescates, manifestó, es que hay muchos rescatistas en la ciudad, pero casi todos están a su capacidad porque los recursos son limitados y no siempre se consigue la ayuda requerida.
La esterilización para los felinos, en un lugar económico, tiene un costo entre 15 dólares y 30 dólares, aseveró Torres.
“Nosotras vamos ahorrando nuestro propio dinero, pero no es suficiente y las ayudas que hemos solicitado han sido para atender casos específicos como, por ejemplo, unos gatitos con problemas en los ojos que tuvimos”, añadió la rescatista.
Expresó que, por lo general, piden un cupo para esterilización en la RAC (Red de Apoyo Canino). “Esta fundación tiene costos accesibles para castrar y/o esterilizar gatos y perros y casi todos los fines de semana hacen operativos masivos. No tenemos ningún convenio para esterilizar. Lo hacemos de nuestro patrimonio en la medida que podemos”, dijo.
Respecto a la comida para los 26 felinos, explicó que la mayoría de las veces la adquieren con su propio dinero. “Un saco de gatarina cuesta 40 dólares, más lo que gastamos en proteínas, porque también les damos arroz en el caldito de sardina y se le varía con hígado o pollo. Eso es lo único que comen, a parte de lo que ellos puedan cazar, si es que lo hacen”, señaló.
Al detallar el proceso de adopción de alguno de los gatos que están bajo sus cuidados, Torre indicó que le hacen una entrevista al posible adoptante para saber si han tenido animales antes o tienen animales (familia multiespecie), si viven en apartamento o casa, si pueden cubrir ciertas necesidades. Si todo va bien, una vez pactado se entrega al animal y luego le hacen seguimiento.
“Alimentamos, rescatamos y esterilizamos gatitos porque nos gustan mucho estos animales, son cariñosos, agradecidos y muy nobles. Están estigmatizados en que son antipáticos e independientes, pero la verdad es que son sumamente cariñosos e inteligentes”, expresó Torre.
“Además, nos mueve la empatía. La situación de los animales en la calle es muy precaria, sufren mucho, es un círculo de sufrimiento que no termina y creemos que esterilizando podemos atenuar esa situación en algunas vidas. Sentimos que es una deuda social. Si las personas no fueran indiferentes a esta situación (animales callejeros), la realidad sería otra. Es muy gratificante salvar una vida. Verlos en un hogar en donde son queridos y cuidados”, subrayó.
Torre envió un mensaje para la sociedad: “¡Adopta un Gato! Cambiará tu forma de ver la vida, cambiará tu vida. Son sanadores, dan alegría, verlos da tranquilidad. Dales la oportunidad a los gatos adultos de tener hogares amorosos, merecen vivir una vida VIP alejados del sufrimiento y la indiferencia que la calle genera”.