El Banco Central de Venezuela continúa con su política de intervención del mercado cambiario y hasta principios de este mes había inyectado casi 200 millones de dólares para tratar de frenar el alza del dólar y evitar que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) siga en aumento, señala el seminario Exclusivas Económicas.
La última semana de julio el ente emisor destinó 145 millones de dólares, mientras que en los primeros días de agosto inyectó 53 millones de dólares en su intento por disminuir la presión sobre el mercado de divisas, confirmó a Exclusivas Económicas una fuente del BCV. Esta estrategia parece no surtir el efecto deseado, pues la inflación ha alcanzado los dos dígitos mensuales.
Si bien el fenómeno inflacionario es un efecto global en estos momentos producto de variables externas, de acuerdo con la publicación, la administración de Nicolás Maduro está empeñada en quemar todos sus cartuchos para tratar de mantener lo que consideran un logro, que es haber superado la hiperinflación.
Aunque parte del directorio del BCV se ha negado a publicar las cifras oficiales, ha habido filtraciones que dan fe de que el IPC se ha ido acelerando hasta junio. Asimismo, otras instituciones como el Observatorio Venezolano de Finanzas han estado midiendo el efecto de la inflación.
Esta política de intervención del mercado paralelo, advierte Exclusivas Económicas, es lo que ha hecho que las reservas internacionales estén en un nivel muy bajo a pesar de que los ingresos petroleros han aumentado, producto del incremento de los precios del crudo.