Cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, reza el mantra que, desde enero pasado, emplean los dirigentes de la oposición venezolana para trazar una ruta estratégica de cara a una eventual salida de Nicolás Maduro del poder, quien atraviesa su nivel más bajo de aprobación con un 19,5%, según datos recabados en octubre de 2019 por la encuestadora Datanálisis.
Luego de que se oficializara que Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela y de la Asamblea Nacional (AN), ara el camino para unas elecciones presidenciales, aun sin haber alcanzado el cese de usurpación y el gobierno de transición, muchas han sido las voces que se han alzado, dentro y fuera del lado de la oposición, en favor y en contra de esta posibilidad.
La diputada Bibiana Lucas, miembro de la Comisión Especial Electoral de la AN, aseguró que los partidos políticos han activado un operativo para organizar y movilizar al electorado. Estamos activando todos los factores, organizándonos desde las estructuras de los partidos, factores y sociedad civil. Debemos mantenernos unidos y organizados en esta lucha. Creemos en la posibilidad de unas elecciones, velando por el cumplimiento de todas las condiciones establecidas por la Comisión Especial Electoral.
La dirigente de Primero Justicia señaló que la aprobación del Comité de Postulaciones para la designación de los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral permitirá que se realice el seguimiento y arbitraje correctamente para el cumplimiento de las condiciones electorales y así poder celebrar unas elecciones libres y transparentes. La única solución viable para salir de la peor crisis de nuestra historia, dijo.
Alfonzo Bolívar, activista de derechos humanos, indicó que, de llegar a nombrarse un nuevo CNE, su junta directiva debe estar integrada por rectores totalmente imparciales. La salida a la crisis en Venezuela pasa por un urgente cambio de modelo y de gobierno. Si el cese de la usurpación se puede lograr de manera electoral, es bienvenido; sin embargo, hay una serie de condiciones y requisitos que deben ser tomados en cuenta para lograr un proceso transparente que refleje la verdadera voluntad del pueblo venezolano.
Oscar Ronderos, diputado por Acción Democrática (AD), recordó que de acuerdo con la Constitución Nacional el único ente autorizado para nombrar a los nuevos rectores del CNE es la AN. Un Consejo Nacional Electoral que no sea electo por la Asamblea Nacional, como establece la Constitución, no le sirve ni al gobierno, ni a quienes hacemos vida en la alternativa democrática, ni al país ( ) El gobierno no aceptará una imposición de la Asamblea Nacional y tampoco los diputados aceptaremos un parapeto que designe la Constituyente. El CNE hay que removerlo todo, basta de que el Poder Electoral sea un apéndice del Gobierno.
El integrante de la Comisión Especial Electoral, diputado Leonardo Regnault, aseguró que están listos para contarse en un proceso comicial integral, el cual podría incluir adelantar las parlamentarias. Estamos organizados, desplegados en toda Venezuela activando al pueblo para la lucha que vamos a llevar adelante. Estamos preparados para una elección presidencial, para salir de esta terrible situación, para lograr que el pueblo pueda expresarse libremente en las urnas. De darse la oportunidad de una elección presidencial en conjunto con las parlamentarias, estamos dispuestos a ir porque no tenemos miedo a contarnos. Nosotros lo que queremos es salir del atolladero en el que nos hundió Maduro y su pandilla, apuntó.
Si tenemos que adelantar las elecciones parlamentarias, siempre y cuando vayan acompañadas por las presidenciales, lo vamos a hacer. No tenemos miedo a contarnos porque sabemos que el pueblo está convencido que nosotros hemos venido siendo expresión del deseo y anhelo de cambio que vive la nación, agregó.
Sin embargo, Juan Pablo García, diputado de Vente Venezuela, manifestó su rechazo a una posible convocatoria electoral. Elecciones sin el cese de la usurpación, ni gobierno de transición, es una traición imperdonable al ciudadano, a la diáspora, a la comunidad internacional. Tendrán que rendir cuentas ante el pueblo y la justicia.
Misma opinión expresó Richard Blanco, diputado por Alianza Bravo Pueblo, a través de una carta abierta dirigida a Guaidó. No cuente conmigo para ningunas elecciones si decide usted convalidarlas. No lo voy acompañar. Usted estableció una ruta que compré claramente y desde que estoy en el exilio por razones que poco a poco he venido entendiendo, lo único que hago es llevarlas a cada uno de los venezolanos acá donde temporalmente me encuentro en Argentina ( ), se puede leer al comienzo de la misiva, en la cual Blanco le recuerda a Guaidó que la ruta planteada, y que él compró, es: cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, no al inverso.
Tareas pendientes
Una vez que Guaidó se juramentó como presidente encargado de Venezuela, desde la Asamblea Nacional los diputados han diseñado un esquema que va desde la presión interna con actividades de calle y diversos pronunciamientos de los distintos gremios, hasta la presión externa buscando el apoyo de la comunidad internacional.
Aunque los meses siguen pasando y cada día son más los venezolanos que emigran, desde la oposición muchos se aferran a los pequeños logros para dar la sensación de avance. Mientras tanto, aunque más de 60 países lo desconocen como presidente de Venezuela, Nicolás Maduro mantiene el poder necesario para continuar como el administrador del país.
Por lo que la oposición no ha podido colocar el visto bueno al primer paso en la lista de cosas por hacer, para concretar el cambio de gobierno. Sin embargo, desde que ambos bandos fueron invitados por el Reino de Noruega a una mesa de negociación, que primero se reunió en Oslo y posteriormente en Barbados, el tercer paso de la ruta ha tomado mayor importancia, quizás, dejando atrás el cese de usurpación.
Por exigencias Reino de Noruega tanto la delegación de Maduro como la de Guaidó debían mantener absoluto hermetismo con todo lo que se decidieran en las reuniones de la mesa de negociación. Sin embargo, cuando en octubre el diputado Stalin González, jefe de la delegación de Guaidó, anunció el fin de la negoción en Barbados sin llegar a un acuerdo, se pudo conocer que la propuesta de la oposición se basaba en el llamado a elecciones presidenciales en un plazo no mayor a 9 meses, siendo precisamente Maduro y Guaidó los candidatos, pero separándose ambos de sus cargos como presidentes.
La propuesta de la oposición estipulaba la conformación de un Consejo de Gobierno plural, con participación equitativa de los sectores políticos y la Fuerza Armada Nacional y el nombramiento de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), la participación de los observadores internacionales el día de los comicios.
También exigían la apertura del Registro Electoral en el exterior, la actualización de la data nacional, la liberación de los presos políticos, el levantamiento de las inhabilitaciones y el ingreso de la ayuda humanitaria a gran escala. La respuesta de Maduro fue levantarse de la mesa de negociación en Barbados y la estocada fue anunciar la conformación de una mesa de diálogo con la participación de los partidos minoritarios, que no son reconocidos por la oposición.
Ambos bandos han anunciado lo que para cada uno significa un acuerdo o logro. Por un lado, los representantes de Maduro instalaron la Mesa Complementaria Electoral, con la finalidad de conformar un nuevo Poder electoral, para adelantar los comicios parlamentarios. Mientras el miércoles pasado, la AN declaró en sesión permanente e inició la aprobación del Comité de Postulaciones Electorales para la designación de las nuevas autoridades del CNE y así dar paso a las presidenciales, el punto tres de la lista de cosas por hacer de la oposición.
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