“Parece decisión tomada de las fuerzas democráticas hacer un planteamiento político de cara a las elecciones de 2024: convocar a las elecciones primarias, procurar un liderazgo único”, señala el periodista Alonso Moleiro en su videocolumna para HispanoPost, al tiempo que advierte que la oposición, “claramente, no ha estado a la altura del problema”.
Asegura que la cultura “faccionalista” que permea también en el debate de la sociedad democrática complica la concreción de estrategias. “Hay poca madurez en los actores democráticos. Hay un empeño a veces en pasarse la vida en un debate interfaccional, dentro de los propios confines opositores, en lugar de hacer un planteamiento maduro y conducente, pero que al mismo tiempo tenga dignidad y sea íntegro respecto a la hegemonía chavista, a la crisis nacional, a la terrible decadencia institucional, política, económica y moral que vive Venezuela”.
Moleiro agrega que Venezuela tiene que recuperarse, “ponerse un poquito de oxígeno como país. Ha quedado claro, además, que el deterioro de la situación, progresivo e imparable, no se traduce necesariamente en cambios políticos. Lo importante es, en 2024, saber expresar qué es lo que se desea, qué quiere la oposición venezolana, qué quiere la sociedad democrática venezolana; qué quiere el país no chavista, que es una clarísima mayoría en Venezuela”.
A su juicio, el chavismo a veces se pone en sobre aviso y “tiende a pensar que aquí está planteado instaurar otra hegemonía, imponer otra dictadura, proscribir a los movimientos que son discrepantes. Tiene que ser todo lo contrario. La invitación es que el chavismo también entienda que el poder es un activo que, en la política moderna, como se adquiere, se pierde, y se puede recuperar”.
Por eso, el comunicador social concluye que lo anterior es parte del debate que “tenemos planteado en los próximos meses y años en Venezuela. La cuesta va a ser muy empinada, pero hay que volverlo a intentar”.
