Emprendedora, solidaria y luchadora: así es también la gente de Petare

Con una serie de actos culturales y religiosos los vecinos de Petare conmemoraron en grande el pasado miércoles 17 de febrero, los 400 años de fundación de la popular comunidad del municipio Sucre del estado Miranda. Sin embargo, sus habitantes, a su manera, continúan hoy celebrando ese cumpleaños y reforzando lo que es también es ser petareños: gente emprendedora, solidaria y luchadora.

Conocido como el barrio más grande de Venezuela, es común leer su nombre en los principales titulares de la prensa, pero ¿qué pasa cuando este sector se convierte en una buena noticia?

El padre Miguel Vargas, párroco de la Parroquia Dulce Nombre de Jesús Petare celebró estos 400 años del pueblo que nunca duerme, que siempre está atento y que crea conciencia cada día en medio de las dificultades que puedan presentarse.

“Petare es una ciudad dentro de la ciudad. Son gente que en una de las barriadas más grandes de Latinoamérica tiene que vivir del día a día, pero que, en medio de todo ello, desde muy temprano están despiertos, trabajando”, manifestó.

Consideró que “Petare no duerme”, ya que siempre tiene una historia que vivir, que contar entre artistas y artesanos genuinos. “Son personas que ante las adversidades se reinventa, gente responsable y que descubren algo que hacer para llevar la comida a su casa. Y ahora en la pandemia te das cuenta que la gente no diferencia entre clases, sino que ayudan se complementan”, afirmó.

El padre Vargas resaltó la calidad humana del petareño que “está haciendo un país distinto que no tiene nada que ver con política”. “Tenemos los papagayos, la gente que hace turismo a pie, hay buenos maestros, que aportan y ayudan a los muchachos que no tienen internet y los educan con lo que tienen. He visto en muchos barrios a madres que ayudan a otras para que accedan a la alimentación, comedores que atienden mucha gente a diario y se nutren del aporte de la misma gente”, indicó.

Que cambien su manera de ser

María Porras vive en Petare desde hace 54 años, de los cuales 35 los lleva en el sector Guaicoco, donde hizo su vida y crió a su familia. Refiere que le gustaría que los petareños “cambien su manera de ser” y que amen más este lugar que también puede ser centro de buenas noticias.

“En Petare hay mucha gente preparada, no lo sigan viendo como un barrio y seguir luchando para que sea el mejor lugar del mundo. Si se puede educar sus habitantes”, expresó.

Resaltó que en este popular sector hay mucha gente preparada que merece grandes oportunidades. “Tenemos muy buenos profesionales, como ejemplo médicos, abogados, contadores, periodista y pare de contar”.

Nunca duerme

Los que conocen y hacen vida en el sector saben que “Petare nunca duerme”, así lo confirmó una vecina de El Mirador de Petare, quien no quiso dar su nombre.

“Petare no es la excepción ante todos los problemas que tiene el país que son falta de luz, la inseguridad, no hay gas, no hay agua”, dijo y dejó claro que principalmente el agua se hace “súper importante en medio de la pandemia” para la limpieza.

Sostuvo que la falta de electricidad es una piedra en el camino de los vecinos, debido a que muchos como ella trabajan desde casa y sin luz o Internet no pueden hacerlo.

Refirió que entre todos deben trabajar en conjunto para buscar soluciones a todos los problemas en un barrio “demasiado grande, que precisa mucha atención”.

Enfatizó que lo que más le gusta es que a pesar de los paradigmas y prejuicios “Petare es mi hogar” y que se deben rescatar los eventos deportivos que se hacían antes, ya que “este tipo de programas son muy chéveres para los muchachos, porque los impulsa a hacer cosas buenas para su futuro”.

Más seguridad y limpieza

Deisy Martin vive en Guaicoco y al ser consultada sobre qué le regalaría a Petare en sus 400 años, destacó que si hay algo que se necesita en el sector es seguridad y limpieza. “Le regalaría más seguridad, limpieza, menos buhoneros”, expresó.

Por su parte, Francisca Guerra destacó que la importancia de crear planes educativos y recreacionales harán la diferencia entre las noticias malas y las que dan satisfacción.

“Terminar con los titulares de muertos, robos y desastres y cambiarlos por noticias en las que se refleje lo grande y maravilloso que es el petareño, gente que se levanta temprano para estudiar, trabajar y progresar”, indicó.

Pueblo de misterios y leyendas no contadas

Jaime Pérez es director general de zona de descarga oficial y vive en la zona 3 del barrio José Félix Ribas, el cual siente como suyo, su hogar. “Ese frenesí de lo que significa su historia, de lo que siento por Petare, pero también dejar asentado ese sentimiento de respeto por nuestra tierra que fue transmitida en forma por nuestros abuelos, padres y madres que llegaron desde el llano adentro, los pueblitos de Los Andes y muchos lugares”, opinó.

“La singularidad geografía petareña permite ser puerta para la Barlovento, tierra ardiente del tambor que nos ofrece sus hermosas playas y las notas arpa tuyera, que alegra los asentamientos del camino de los agricultores para poder intercambiar con el famoso trueque los productos de papelón, azúcar, caña, flores y café por pan, queso y otros víveres”, indicó.

Y es que ese Petare de misterios y leyendas no contadas todavía sigue siendo el punto de encuentro hacia el centro del país, en el eje del comercio y el transito que conjugan múltiples dinámicas, contrastes, sonidos, sabores, saberes y tradiciones formando un carácter excepcional y a la vez indescifrable.

En este sentido, Jaime refirió que a sus 400 años Petare se ha convertido en su mejor aliado por medio de las artes “para lograr ese propósito que es paz verdadera, donde haya espacios seguros para la integración de nuestras comunidades”. “Sabiendo que en medio de la difícil situación que atravesamos en el mundo por la pandemia y las diversas circunstancias sociales, económicas y políticas que inciden en la calidad de vida de nuestra convulsionada Petare, todas nuestras iniciativas deben estar enfocadas en la transformación centrado en lo humano”, afirmó.

“Nuestro mensaje es a la gente de Petare. Busquemos nuestras raíces, motivemos a las próximas generaciones démosle el valor de la tradición oral de nuestros abuelos, esas añoranzas cautivadoras de sus historias de esa Petare noble que trabaja en búsqueda de un buen camino y que no se dejaba confundir por el encanto de los discursos de falsas esperanzas, sino por el corazón que sigue latiendo en cada emprendedor, soñador y optimista crónico para que no muera la esperanza de una Petare distinta y crear las oportunidades necesarias trascendiendo las dificultades y vivir dignamente que resulte en el bien de sus hijos”, agregó.

Y es que tal como estos jóvenes emprendedores refieren, la celebración de los 400 años de la fundación de la ciudad Dulce Nombre de Jesús de Petare, constituye una oportunidad para resaltar los momentos relevantes que han marcado la historia de esta población.

“Diría un gran amigo de la Juventud Pastoral de la parroquia Dulce Nombre de Jesús, Petare sí es buena noticia”, apuntó.

El petareño es amigo, hermano y sobre todo fiel a su pueblo

Dalvis Alexander Ferman es responsable de Servicio (Voluntario) de Cáritas Dulce Nombre de Jesús y vive en el sector La Agricultura, aunque apenas tiene 25 años conoce muchísimo del pueblo de Petare y ama recorrer sus calles imaginándose las carretas y ferrocarriles que antes circulaban en las cercanías de Caracas, sin sentir que ese lugar conocido como el Dulce Nombre de Jesús de Petare es ideal no solo para vivir, sino también crecer, aprender y soñar con buenos momentos.

Sostuvo que Petare es como una pequeña Venezuela que merece cuidado, atención y sobre todo amor y si pudiera cambiar algo sería “todo lo que llegó a desdibujar quienes somos”. “En temas de sociedad y cultura la identidad es importante, me atrevo a decir que el venezolano adolece de su identidad”, advirtió.

No obstante, este joven con ganas de crecer y progresar en Petare no cambiaría por nada la capacidad de adaptación de sus vecinos, esos que junto a él crecieron entre estos callejones llenos de grandes historias.

Ante la interrogante si le regalaría algo a Petare en su aniversario, no dudó en responder que entregaría “el férreo compromiso de acompañar a sus habitantes y mis vecinos en la trasformación necesaria de nuestro pueblo dentro de la urbe de Caracas de la cual somos parte”.

“400 años es una época única para un núcleo urbano, Baruta, Santa Lucia y Guarenas son otras poblaciones que llegan a este hito. Más allá de las celebraciones debemos madurar la conciencia de ciudad y ciudadano. En pleno 2021 debemos mirar a la sostenibilidad, la reducción de brechas, ampliar la inclusión, reducir la marginación, ser productivos”, aseguró

No dejó pasar la oportunidad para unirse al mensaje que, como toda comunidad, Petare es “buena noticia” porque, tal como definió, “donde quiera que estén personas hay bondad, algo que admirar”. “No creo que el ser humano es por naturaleza malo, pero en el caso de Petare esto es más especial, sorprende más afirmarlo, la imagen de Petare es tan distorsionada y sesgada que invisibiliza que somos buena noticia todos los días”.

Promover la fe y tender la mano a quien lo necesite

Para la coordinadora de Cáritas Dulce Nombre de Jesús Petare, Magalys Mendoza, ser parte de la comunidad del sector 1ero de Noviembre de La Agricultura significa calor de familia, fraternidad y comodidad, ya que por la ubicación tienen acceso no solo al casco histórico, sino a todos los servicios.

Y aunque Magalys nació en Acarigua, ya lleva diez años en Petare y lo siente tan suyo que cada día le regala su calma en medio del caos. “Debemos entender que nuestros derechos terminan en donde comienza el de nuestros semejantes, hay que respetar”, subrayó.

Comentó que si hay algo que siempre le regalará a este pueblo es su entrega en el servicio por promover la fe y tender la mano a quien lo necesite, ya sea espiritual o corporal, “guiada por Dios en el bien común”.