Los gremios empresariales están listos para trabajar por la recuperación de Venezuela y, por tal motivo, abogan por un cambio político, el cual permitiría impulsar una economía de libre mercado, que además ofrezca la seguridad jurídica que se necesita para invertir en el desarrollo del país. Esto traerá más empleo, mejor poder adquisitivo y, por supuesto, una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos.
Esta fue una de las principales conclusiones en la jornada de este miércoles del Congreso Internacional Tendencias Empresariales, Innovación y Emprendimiento, organizado por la Universidad Católica Andrés Bellos núcleo Guaya, en la que participaron como ponentes el presidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno; su homólogo de Conindustria, Adán Celis, y el representante de Venezuela por parte de los empleadores ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Jorge Roig.
El primero en intervenir fue Adán Celis, quien aseguró que a pesar de las dificultades que hoy en día enfrenta Venezuela, los empresarios se encuentran trabajando y diseñando estrategias para poder subsistir en estos momentos de crisis, y además para iniciar la exportación de productos hechos en Venezuela a penas se concrete un cambio político y de condiciones económicas.
La industria siempre ha sido productora de bienestar. Transmitimos esperanza, estamos comprometidos con nuestros colaboradores, con nuestros accionistas, con nuestros suplidores, con la sociedad y con todos los venezolanos, con fe y con confianza en el futuro. Ese es nuestro lema, eso es lo que nosotros podemos hacer, sentenció el presidente del gremio industrial.
Indicó que siempre apostarán por el desarrollo de Venezuela a pesar de ser víctimas de ataques por parte de las autoridades, de las legislaciones que han contraído la economía nacional y de las políticas económicas ancladas en los años 60 que no permiten un desarrollo, sino que se ejecutan para lograr un retroceso.
Con estas políticas, lo único que se ha hecho es que se pierdan industrias, empresas y empleos y productos hechos en Venezuela por venezolanos. Pero, a pesar de eso, los industriales seguimos apostando y estamos comprometidos con ser generadores de bienestar, porque al final eso es lo que tiene que ser un empresario. Un empresario que únicamente se quiera dedicar a ganar dinero no es empresario, eso es otra cosa. El empresario es el que genera valor a la sociedad, que está incluido, el que busca como trascender, el que busca que todo lo que rodea su negocio sea al final un ente de generación y prosperidad a la sociedad. Eso es lo que nosotros tenemos que hacer como empresarios y en eso estamos trabajando los industriales, resaltó.
Reveló que Conindustria, en vista de la caída de la demanda y del poder adquisitivo de los venezolanos, ha propuesto a sus agremiados dirigir su mirada y sus estrategias a la exportación.
Exportar es difícil, exportar es complicado, exportar es una aventura, y para exportar se necesitan recursos, pero qué podemos hacer. Estamos apoyando al emprendimiento de clúster y el clúster es simplemente que los productores nos unimos para exportar, el mejor caso que existe del clúster es el del café Juan Valdés en Colombia, que no es otra cosa que los productores colombianos se unieron para exportar su producto, para poder llegar y crear esa marca que es reconocida internacionalmente. Si hubiesen ido individualmente, cada uno no hubiese llegado a ningún lado. Por eso se unieron y decidieron en esa unión buscar tener las mejores ventajas, el mejor apoyo financiero, y hoy en día el café colombiano es uno de los más reconocidos en el mundo entero, explicó.
Expresó que Conindustria se ha comprometido con el apoyo y el impulso a pequeños y medianos industriales, en aras de unir esfuerzos para fortalecer el desarrollo de la producción nacional.
Destacó la creación del Protocolo de Seguridad Anticontagio para garantizar la seguridad de los trabajadores sin dejar a un lado la actividad productiva.
El gremialista destacó el conocimiento, la educación e innovación, así como el desarrollo de nuevas tecnologías, como piezas fundamentales para mejorar, crecer y competir a nivel internacional bajo reglas claras y en igualdad de condiciones.
Institucionalidad, consenso y más inversiones
El presidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, aseguró que desde el gremio empresarial del país, se encuentran realizando propuestas para lograr superar la crisis que actualmente azota a Venezuela.
Precisó que los factores claves para poder salir del abismo actual es recobrar la institucionalidad del país, lograr un consenso entre todos los sectores, generar más inversiones y empleos sustentables, más producción, una independencia ciudadana real, que existan valores ciudadanos y, sobre todo, volver a ser los venezolanos que éramos antes.
El reto que tenemos hoy en día en Venezuela es cambiar las ocho estrellas de la bandera nacional, una bandera que se encuentra totalmente destruida por lo que ya sabemos y no vale la pena recordarlo, sino tenerlo como experiencia para construir una nación inclusiva, para construir una nación de productividad, para construir una nación donde el ejercicio de los derechos como el voto, el tener verdadera liberta de expresión, poder acudir a un hospital y que te atiendan o simplemente sentarte a tomarte un café, sea posible porque tú poder adquisitivo te lo permite, porque la seguridad del país funciona, comentó.
Afirmó que Venezuela está totalmente destruida y no habrá manera de reconstruirla si todos los sectores del país no se ponen a trabajar con el mismo fin.
Nosotros, en Fedecámaras, insistimos que en Venezuela hace falta institucionalidad, porque el día que haya institucionalidad habrá gobernabilidad, porque es importantísimo, porque de qué nos sirve cambiar al capitán de la nave si vamos a tener inestabilidad. Eso es inviable para esta sociedad, fue una realidad a mediados del siglo pasado en toda Latinoamérica y nosotros no podemos permitirnos que esto siga sucediendo. En nuestro país también debemos construir consensos para que haya más libertades y más democracia, donde tengamos un Estado promotor de incentivos que nos dé las reglas del juego, pero que nos dé unas reglas donde no sea competidor y mucho menos aspire a asfixiar al ciudadano mediante el control social, precisó.
Sostuvo que se necesitan más inversiones para el país, pero con visión de competitividad e internacionalización. Estos recursos deben tener como norte mayor excelencia en nuestras capacidades productivas y convencernos que podemos hacerlo sin un Estado controlador, lleno de subsidios y donde el rentismo es parte del día a día.
En cuanto al empleo, Cusanno indicó que es fundamental para el desarrollo del país, siempre y cuando sea bien remunerado y competitivo, con capacidades de formación, porque sin ese empleo decente ese motor no encenderá y esto traería consecuencias muy lamentables para nuestro país.
Señaló que con mayor producción de bienes y servicios en el país, los empresarios tendrán que ser más eficientes y competitivos.
Mientras haya más empresas produciendo vasos, tenemos que ser excelentes, tenemos que tener más mercadeo, tenemos que tener mejores procesos y mejores precios para poder llegarle al consumidor de vasos y así ocurre con la totalidad de todos los bienes y servicios. Necesitamos producción para empoderarse ciudadanamente y eso traerá como consecuencia positiva la independencia ciudadana, dijo.
El presidente del gremio empresarial insistió en que los venezolanos deben volver hacer los mismos de antes, aprendiendo de los últimos 20 años para así poder tomarse de las manos y sacar el país adelante.
Protección de los trabajadores
El expresidente de Fedecámaras y actual representante de los empleadores ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Jorge Roig, aseguró que luego del COVID-19 todas las empresas y los gobiernos en el mundo deben ofrecer protección a sus trabajadores para poder retomar el rumbo del crecimiento económico.
La OIT ha trazado cuatro pilares fundamentales pero debido a la situación en Venezuela solo podemos trabajar dos de ellos. El primero es estimular la economía y el empleo, hoy en día el gobierno de Venezuela no tiene la capacidad para cumplir con este objetivo por razones estrictamente políticas. El segundo objetivo es apoyar a las empresas, el empleo y los ingresos, en este pilar tampoco podemos trabajar porque tenemos un país quebrado y no existe la posibilidad de estas ayudas. En tercer y cuarto lugar tenemos la protección de los trabajadores en el lugar de trabajo y buscar soluciones mediante el dialogo social. En estos dos últimos objetivos si podemos trabajar porque necesitamos a una fuerza trabajadora bien cuidada y protegida, que permita impulsar al país y lograr acuerdos mediante el diálogo social que les ofrezca a estos trabajadores mejores condiciones de vida, explicó.
Roig aseguró que volver a la normalidad no será fácil y mucho menos rápido no solo en Venezuela, sino en el mundo entero y, a pesar del crítico escenario, en el país aún existen oportunidades.
Las buenas noticias para Venezuela ante el COVID-19 es que ya el país estaba en una situación crítica antes de la pandemia y cualquier rebote positivo se notará de inmediato. Otra buena noticia es que se acabó una era de rentismo petrolero en el país y eso es sumamente positivo, porque si no se produce la crisis será mucho peor. Por otra parte, la relación Estado con el sector privado tendrá que cambiar sustancialmente y, finalmente, se deberán crear políticas públicas adecuadas que podrían incentivar la inversión en Venezuela del ya existente ahorro privado, comentó el expresidente de Fedecámaras.
El representante gremial finalizó su exposición recordando las políticas de desarrollo productivo impulsadas desde la OIT que buscan promover entornos propicios para las empresas, delinear los principios y derechos del trabajo, promover la libertad sindical y una nueva informalidad más formal, el desarrollo de las fuerzas laborales, la sustentabilidad ambiental y finalmente la igualdad de oportunidades.
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