En el mundo de los deportes es común hablar del llamado “Jugador Franquicia”, pero ¿qué significa este término? Cuando hablamos de este tipo de jugadores, nos estamos refiriendo a la principal figura de un determinado equipo, al emblema de la organización. Estos suelen tener contratos multianuales, salarios competitivos, además de acaparar las portadas de los medios de comunicación.
Otra característica de un jugador franquicia, es que –lógicamente– son la pieza angular de un proyecto, es la figura en torno a la que una organización construye un equipo, las contrataciones que se hagan serán para complementar las cualidades que él pueda ofrecer.
Los Medias Rojas de Boston y los Guardianes de Cleveland tienen claro quiénes son sus respectivos jugadores franquicia y ambos se desenvuelven en la esquina caliente, de Fenway Park y Progressive Field respectivamente. Es por ello que, ambas organizaciones han mostrado un gran interés en blindarlos con contratos importantes, que los mantengan casados con el equipo en un largo plazo.
Luego de la salida de Francisco Lindor de los –otrora– Indios, José Ramírez se quedó con la etiqueta de ser la figura de esta organización; y vaya que supo hacerlo bien en su primer año en solitario. En 2021, el dominicano dejó promedio de .266, pero se voló la barda en 36 ocasiones y fletó 103 rayitas, para poner la segunda mejor zafra de su carrera.
Su gran temporada lo hizo merecedor de una extensión, por cinco años y 124 millones de dólares. Ramírez todavía tenía dos años de control contractual, por lo que percibirá 26 millones adicionales a ese monto, correspondiente a 2022 y 2023; para un total de 150 millones de dólares y siete años, promediando poco más de 21 por temporada.
El quisqueyano terminaría su pacto con los Guardianes en 2029; para ese entonces tendrá 36 años de edad y 16 de carrera en Grandes Ligas. Ahora mismo, el antesalista se prepara para su décima campaña en el ‘Big Show’.
Por otro lado, su compatriota Rafael Devers ha completado definitivamente su evolución, pasando de ser una joven promesa, a convertirse en una realidad palpable. El temporadón que puso el también antesalista en 2021, solo se ve eclipsado por lo que ya había logrado en 2019.
Con promedio de .279, su porcentaje de embasado fue de .352, además de empujar 113 carreras, conectar 37 dobles y coquetear con las cuatro decenas de estacazos, ya que sacudió 38 cuadrangulares. Carita, apodo con el que es conocido entre sus compañeros, fue la principal figura ofensiva de un equipo en el que también destacaron nombres como: Xander Bogaerts, Hunter Renfroe, Bobby Dalbec y J.D. Martínez.
Recientemente, el dominicano y los patirrojos evitaron ir al arbitraje salarial, acordando un ingreso de 11.2 millones para 2022; a Devers todavía le queda un año de arbitraje salarial, antes de poder optar a la agencia libre en 2024. Sin embargo, Boston quiso premiarlo por su buen desempeño, a la vez que buscaban cubrirse las espaldas con una extensión multianual.
Devers, de 25 años, que ya cuenta con cinco campañas de experiencia en Las Mayores, habría recibido –según diversas fuentes– una jugosa oferta para extender la relación contractual, que superaría a la que Ramírez pactó con Cleveland, siendo esta superior a los 150 millones.
Sin embargo, el tercera base habría tomado la decisión de rechazar la propuesta, ya que no cumplió con sus expectativas. Además, en los planes del jugador no está la posibilidad de seguir negociando una vez que comience la temporada (hoy), sino que optará por enfocarse en poner buenos números en la campaña, que lo avalen a la hora de volver a sentarse en la mesa de negocios.
Asimismo, la organización de Massachusetts estaría también en la labor de llegar a un acuerdo con el torpedero Xander Bogaerts, quién quedó como uno de los baluartes de este equipo desde la salida de Mookie Betts. El arubeño podría declararse agente libre a finales de 2022, pese a que su contrato tiene vigencia hasta 2026.