Tras la desaparición de tres pescadores en Choroní, el pasado 16 de junio, el hermano de una de las víctimas, Carlos Alberto Sosa, aseguró que los tres involucrados eran “unos lobos del mar”, en referencia a la experiencia que tenían en la pesca.
Sosa señaló que luego de diez días de intensa búsqueda por parte de pescaderos de Choroní, la fragata, algunas lanchas e incluso la búsqueda en helicóptero, “pareciera que se los hubiese tragado el mar”.
Explicó que Eduar Chávez, José Rafael Sosa y Edwin Chávez, los tres desaparecidos, se dedicaban a la “pesca del cochinero”, 2 o 3 veces a la semana, durante 10 años, que exige partir a las 9:00 am y regresar al siguiente día cerca de la misma hora, tras el trabajo de pesca con una estructura de acero que sostiene 15.000 metros de nailon.
En Choroní se da la pesca del dorado y la pesca del cochinero, siendo la más comercial la última mencionada.
En cuanto a la embarcación en la que desaparecieron los pescadores, Carlos Alberto Sosa aseguró que era un modelo de 25 pies, hecha de fibra de vidrio, “del mejor astillero de Venezuela, que es Higuerote”, y que contaba con un motor de 75 hp y otro de 40 hp, para asegurar el regreso a tierra, previniendo una falla en alguno de los dos motores.
El hermano de una de las víctimas también detalló que los pescadores no llevaban consigo ningún tipo de artefacto de comunicación, y que si lo llevasen, sólo podrían comunicarse a una distancia de 25 minutos de tierra.
Otros pescadores que partieron el mismo día, aseguran haberlos visto en dirección a Cepe, Chuao.
Las familias de los desaparecidos mantienen la esperanza de hallarlos. José Rafael Sosa, tiene 4 hijos mayores de edad y uno de 9 años, del que está completamente a cargo.
Sosa, quien ha estado al frente de la búsqueda, dirigiendo a los pescadores y lancheros, aseguró que ha contado con el respaldo de las autoridades locales para la búsqueda y que al principio le fueron donados 30 mil litros de gasolina para repartir en las diferentes embarcaciones que ayudan en un recorrido que ha registrado 300 millas, sin encontrar ni un solo rastro de los desaparecidos.
Fuente: Mundo UR