El presidente Federación Nacional de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), José Ricardo Álvarez, aseguró que en los últimos tres años el sector ha logrado crecer entre 18% y 20%, pese a las condiciones económicas del país.
«El año que viene quizás no aumentemos en esa misma cantidad, pero sí podamos aumentar, por lo menos, 10%. Es a lo que aspiramos», sostuvo Álvarez.
Comentó que actualmente solo hay cuatro centrales azucareros privados y uno público en todo el país que se mantienen produciendo.
«Este año llegamos a 3 millones 500 mil toneladas de caña de azúcar molida y aproximadamente unas 295 mil toneladas de azúcar producidas», detalló.
No obstante, recalcó que el nuevo ciclo de recesión de la economía venezolana afecta principalmente el nivel del consumo de azúcares en los hogares venezolanos, producto de la inflación y precario poder adquisitivo de los ciudadanos.
«Indudablemente que la recesión siempre afecta, fundamentalmente por el lado del consumo. También sabemos que tenemos una inflación interna compleja y muy problemática, pero de alguna u otra manera los productores han visto en el sector de caña de azúcar una posibilidad de siembra importante», indicó.
Describió que «este año nos fue un poco compleja la parte de la venta de azúcares, pero por la cantidad de inventario que había. Aspiramos a que en la próxima zafra esto mejore».
Se ha controlado la importación de azúcar
Álvarez aseguró que está «bastante controlada» la importación de azúcar a Venezuela, luego de las diferentes reuniones que el sector azucarero ha mantenido con el Ejecutivo bacional.
«Realmente han entendido las dificultades que se tienen con esta importación, sobre todo que la mayoría de esos azúcares entran de manera desleal al país. Es una competencia absolutamente desleal», ratificó Álvarez.
Asimismo, todavía están sosteniendo encuentros con las autoridades venezolanas «para que no suceda lo que sucedió cuando empezó la zafra anterior, que estábamos full de azúcares importados», agregó.
Desde Fesoca esperan que el gobierno de Nicolás Maduro haga un monitoreo para evitar que este escenario se repita.
«Los azúcares que entran a competir en el país, primero, son azúcares de excende, son azúcares dumping, no tienen ninguna referencia ni siquiera del mercado internacional, que ha estado en alza», alertó Álvarez.
Denunció que la mayoría de esos azúcares ingresan a Venezuela sin cancelar aranceles de importación, es producto de unos acuerdos que hizo Venezuela con Mercosur.
El problema, es que «esto nos afecta muchísimo, incluso, muchos de esos azúcares no pagan IVA. Entonces, estamos trayendo unos azúcares de muy mala calidad, a unos precios muy inferiores e irrisorios. Incluso, que están muy por debajo de los precios de otros países que exportan», dijo.
El presidente de Fesoca precisó que la mayoría de los azúcares que ingresan a Venezuela de forma irregular provienen principalmente de Brasil, a la que se le suman países como Guatemala y Colombia, pero en menor cantidad.
«El gobierno debe tener una política clara, no de proteccionismo como dicen. Pero sí de una protección lógica que hacen todos los países del mundo: proteger sus industrias nacionales y la industria de azúcares es muy importante para el sector rural del país. Esto tiene que estar bien claro», planteó Álvarez.
Sin embargo, reconoció que al parecer el Estado ha entendido la magnitud del problema y están apostando por la producción nacional. «Así que esperamos por el control y manejo de las importaciones», acotó.
Desafíos
El presidente de Fesoca señaló que entre los mayores desafíos que mantiene el sector azucarero del país es lidear con las circunstancias económicas del país, empezando por la escasez de combustible.
«Hemos salido adelante», pero «fundamentalmente el suministro de diésel llega de manera intermitente y este tipo de producciones, de fábricas, una vez que se prende un centro azucarero lo ideal es que se mantenga prendido hasta que se acabe la zafra por cuestiones de continuidad de molienda y de mejora de la productividad», puntualizó Álvarez.
Explicó que cada vez que hay una parada en un central azucarero «son perdidas cuantiosas» tanto en producción como en inversión.
«La entrega de diésel oportuna es sumamente importante para los productores y para la agroindustria de manera general», resaltó el dirigente gremial.
Otro de los desafíos que mantiene el sector es la falta de financiamiento por parte de la banca nacional y del Estado venezolano.
«No hemos podido crecer más por eso», dijo Álvarez, al destacar que recientemente «se han venido dando algunos pasos también: Por lo menos, acaban de incluir el azúcar en lo que es la cartera productiva de los bancos. Eso no es mucho, pero siempre ayuda».
Fesoca apuesta a que la cartera crediticia del país pueda ampliarse para permitir al sector azucarero encontrar otras formas de obtener recursos y aumentar la producción nacional de azúcar en el país.