La coordinadora de Mujeres de Convergencia en el estado Yaracuy, Rosselyn García, manifestó su preocupación por el contexto actual de las madres venezolanas: inflación, salarios de hambre y crisis económica; cuanto más en víspera de un nuevo año escolar.
«Faltan pocas semanas para que inicie un nuevo año escolar y lejos de sentir alegría y entusiasmo, la mayoría de las madres venezolanas sienten preocupación porque saben que eso significará más sacrificios para el grupo familiar. La lista de útiles cuesta 150 dólares y el salario mínimo no llega ni a 20 dólares. La canasta alimentaria se ubicó en agosto en 370 dólares y la mujer venezolana, sustento de hogar en muchos casos, tiene que hacer maromas para darle todo lo necesario a sus hijos», exclamó García.
Otra de las preocupaciones de García es el incremento del pasaje urbano, que aumentó en todo el país: «Es un terrible escenario porque los más afectados son siempre los más desprotegidos, los empleados públicos que no cobran en dólares sino en bolívares salarios de hambre que no alcanzan ni para comer una semana. Es ahogar en la miseria el bolsillo de la familia».
«Conmueve que cada día las madres tengan que ingeniárselas con lo que tienen en sus humildes hogares para darle de comer y cumplir con las meriendas del colegio. Maduro acabó con el Programa de Alimentación Escolar (PAE), hoy en las pocas escuelas que ofrecen alimentos lo que sirven son frijoles chinos, arroz y un ramillete de aliños. Esa es la alimentación que le ofrece Maduro a los niños que son el futuro del país «, fustigó.
«Entre tanto, sigue vendiendo la novela de que Venezuela se arregló y anunció que adelantará la Navidad para regocijarse con el dolor de los venezolanos», añadió.
Fuente: Nota de prensa partido Convergencia