Nacido para ser un Yankee: Paul O’Neill fue homenajeado en Nueva York con el retiro del ‘21’

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Si alguien tenía los méritos, y no le habían sido reconocidos, para tener su propia placa en el ‘Parque de los Monumentos’ del Yankee Stadium, ese era Paul O’Neill, recordado guardián de las praderas derechas del Yankee Stadium a lo largo de nueve temporadas.

Para nadie es un secreto, que los Yankees contaron con los ‘Cuatro Fantásticos’ que lideraron aquella dinastía de finales de los 90, donde destacan dos miembros del Salón de la Fama, como lo son Derek Jeter y Mariano Rivera, junto a Jorge Posada y Andy Pettitte; todos ganadores de cinco anillos de Serie Mundial con los Mulos.

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Sin embargo, y como es lógico, ellos no estuvieron solos en ese proceso. Contaron también con Bernie Williams, jardinero central, que se coronó junto a este selecto grupo en cuatro de cinco oportunidades. El boricua fue homenajeado por la organización el 24 de mayo de 2015.

Cabe destacar que, desde que Williams no volvió a los terrenos de juego, al término de la campaña 2006, nunca nadie volvió a vestir el número ‘51’ de los Yankees, hasta su retiro oficial siete años atrás. Al igual que él, su compañero del jardín derecho también fue parte importante en los títulos de 1996, 1998, 1999 y 2000.

O’Neill estuvo acompañado por varios de sus ex compañeros, como Jorge Posada, Bernie Williams, Mariano Rivera, Tino Martínez y Andy Pettitte

O’Neill colgó los spikes después de que cayera el out 27 de la Serie Mundial de 2001, en la que los neoyorquinos salieron derrotados por los Diamondbacks de Arizona, liderados por Randy Johnson y Curt Schilling.

Tuvieron que pasar 21 años –hecho curioso– para que el ‘21’ fuera retirado por fin de la lista de elegibles en los Yankees. Aunque es importante reconocer, que al igual que pasó con Williams, este número no lo vistió ningún otro jugador o técnico, desde su retiro en 2001.

‘The Warrior’ (El Guerrero), como era apodado Paul en sus días de jugador, era un bateador zurdo con poder ocasional, que también llegó a acumular algunas temporadas notables en el departamento de promedio, llegando incluso a coronarse como el campeón bate de la temporada 1994, cuando terminó con average de .354.

Tenía la fuerza para despachar sobre los 20 jonrones por año; su cifra tope fueron los 28 de 1991. También era habitual verle conectar entre 30 y 40 dobles por temporada, y superó los 100 remolques en cuatro oportunidades, todas como miembro de los Yankees de Nueva York.

La placa de Paul estará junto a la de Derek Jeter, cuyo número fue retirado en 2017

Debutó en Grandes Ligas en 1985, con los Rojos de Cincinnati, pero no fue sino hasta los años 87 y 88 cuando terminó de afianzarse y ganarse un lugar. Con ellos permaneció hasta finales de 1992.

El 3 de noviembre de 1992, los Rojos enviaron a O’Neill a los Yankees, a cambio del panameño –también jardinero– Roberto Kelly, que había jugado en Nueva York desde su debut en 1987, sin destacar demasiado con el uniforme a rayas; Kelly solo estuvo en Cincinnati por una temporada y media.

En el Bronx habían ganado aun jugador aguerrido (no es en vano el apodo), lleno de coraje y ganas de ganar, un bateador zurdo que caía de perla por las dimensiones del Yankee Stadium, y sobre todo un profesional y un apasionado de este deporte.

“Cuando llegué aquí, me dijeron que (O’Neill) era un egoísta. Pero lo que yo encontré fue a un jugador que al le importaba ganar”, dijo alguna vez Joe Torre, flamante mánager de los Yankees desde 1996 hasta 2007.

Paul jugó 17 temporadas en la ‘Gran Carpa’; ocho con el uniforme de los Rojos y nueve como un Yankee. En promedio, durante su carrera, el zurdo tuvo 36 dobles, 22 jonrones y bateó para .288 por temporada. Sin embargo, sus números en Nueva York son infinitamente superiores.

Hal Steinbrenner, propietario de los Yankees, felicitó a O’Neill en su día

Como uno más de los ‘Bombarderos del Bronx’, bateó para .303, con 185 bambinazos, 80 bases robadas, 858 empujadas, 304 dobles y 720 anotadas. Mientras que con Cincinnati, su promedio fue de .259, sacudió 96 jonrones, remolcó  411 carreras, anotó 321 y solo alcanzó a dar 147 dobles.

A más de 20 años de su retiro, y comparando sus números, así como sus logros, con cada uno de los dos equipos que representó, bien se puede decir que Paul O’Neill nació para ser un Yankee y ahora lo será por el resto de la eternidad.

Después de su retiro, Paul O’Neill pasó a formar parte del staff de comentarista de la cadena YES Network (Yankee Entertainment and Sports Network, por sus siglas en inglés), misma que se encarga de transmitir los juegos y analizar el desempeño de los Yankees año tras año, y que pertenece a la propia organización. Desde el año 2020, dado que no se ha vacunado contra el Covid-19, O’Neill transmite vía remota, desde su estudio privado (Studio 21) en su residencia de Ohio.

Esto último, como para reforzar y evocar aquella teoría que tenía el difunto George Steinbrenner III, antiguo dueño de los Yankees, que decía que “Una vez Yankee, siempre Yankee” (Once a Yankee, Always a Yankee).

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