La apretada de tuerca del gobierno de Estados Unidos a empresas navieras y países importadores de crudo, para que no compren petróleo al régimen de Nicolás Maduro, coloca a Petróleos de Venezuela en una situación muy difícil en lo que al manejo de inventarios se refiere.
Fuentes del sector petrolero, que solicitaron no mencionar sus nombres, aseguraron que Pdvsa ha tenido que cerrar la producción en muchos pozos porque «nadie quiere comprarle crudo por temor a represalias del gobierno de Donald Trump».
Uno de los consultados refirió que «Washington respondió a la afrenta de Maduro de importar gasolina desde Irán con nuevas y mayores presiones a los países y empresas que importan petróleo venezolano o lo transportan a través de tanqueros. Nadie le quiere comprar a Pdvsa», dijo.
Dicha situación, agregó, representa una saturación de los sistemas internos de almacenamiento de Pdvsa que actualmente alojan inventarios de 44 millones de barriles de crudo, volumen que sigue en aumento.
«La situación es tan delicada que Pdvsa está habilitando tanques en desuso pese a las malas condiciones en que se encuentran», alertó una de las fuentes.
Sin embargo, refirió que de continuar la saturación de inventarios Pdvsa se verá obligada a llevar el bombeo de crudo a su mínima expresión, lo cual implica un posible cierre técnico de operaciones.
En mayo y junio, la estatal petrolera redujo la explotación de crudo a 600.000 y 540.000 barriles al día, respectivamente, pero en lo que va de julio el volumen ha bajado a 300.000 barriles diarios.
Las fuentes señalaron que la imposibilidad de exportar crudo representa un duro revés para la administración de Maduro, pues implica menos ingresos de divisas por exportaciones petroleras.