Tras la toma de posesión de Gustavo Petro como el nuevo presidente de Colombia, pareciera que las relaciones bilaterales con Venezuela comienzan a encaminarse hacia la renovación y normalización. El pasado jueves, desde Miraflores y la Casa de Nariño se designaron a los embajadores que estarán encargados de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Nicolás Maduro, designó al excanciller Félix Plasencia ante Colombia y Petro nombró al exsenador Armando Benedetti como embajador colombiano en Venezuela. Siendo el país vecino el que alberga a un mayor número de venezolanos migrantes, se estima que cerca de 2.500.000, esta decisión gubernamental despertó interés entre los coterráneos.
Tanto para presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, Juan Francisco Contreras, como para el politólogo y coordinador del Centro Gumilla en el estado Lara, Piero Trepiccione, el restablecimiento de las relaciones bilaterales puede ser beneficioso para los ciudadanos de ambos lados de la frontera.
“El restablecimiento de las relaciones diplomáticas y, sobre todo, las relaciones consulares es fundamental para ayudar a la población de millones de venezolanos que se encuentran en Colombia y los colombianos que se encuentran en Venezuela para poder desarrollar una normalidad en su vida en ambos países”, dijo Contreras.
A su juicio, es positivo que se restablezca la relación, que se apresure la normalización y funcionamiento de los consulados; así como las actividades que realicen los consulados en ambas partes, «para ayudar a que exista un buen desarrollo de la vida de los distintos ciudadanos. Es un paso fundamental que va ayudar a que se restablezca la normalidad en la vida de los ciudadanos a ambos lados de la frontera”.
Trepiccione considera que este restablecimiento debe ser visto de manera positiva: “Los venezolanos que están en Colombia, en lugar de temer deberían estar contentos y a la expectativa del restablecimiento de las relaciones porque eso va a facilitar el retorno de los vuelos aéreos, la normalización de la apertura de pasos fronterizos oficiales, la normalización de la documentación requerida”.
Aseguró que no hay nada que temer. «Por el contrario, de ser seria y sostenible esta política binacional, los venezolanos residentes en Colombia van a tener muchos beneficios y además los familiares que están del lado de acá de la frontera tendrán mayores oportunidades para trasladarse hacia Colombia”.
Por interés comercial
Trepiccione considera que esta decisión es tomada, principalmente, por interés comercial de parte de Petro: “El tema de su visión como economista y el antecedente del intercambio comercial en la década de los 90, donde alrededor de 10.000 millones de dólares se intercambiaban comercialmente entre Colombia y Venezuela, Petro está viendo en un sentido utilitario la reconstrucción de esa relación y, por eso, el énfasis que le está colocando”.
Insistió en que al normalizarse la situación comercial entre ambos países, mejorará la estabilidad de los migrantes. “Siento que las decisiones que se comienzan a tomar a ambos lados de la frontera van a redundar en beneficio de los migrantes venezolanos que están radicados en Colombia. Siento que el restablecimiento de relaciones, del intercambio comercial a corto y mediano plazo puede dar pie a relanzar ese concepto de frontera viva que siempre han tenido Colombia y Venezuela”.
Opinión en la que concuerda Contrera: “Esta decisión favorece la migración. Favorece la vida tanto de los colombianos en Venezuela, como de venezolanos en Colombia. Es una cosa que debió haber sido antes, que lamentablemente los gobiernos pusieron por encima de los intereses nacionales, a los intereses políticos e ideológicos. Eso, por supuesto, perjudicó la situación en la frontera y los venezolanos que emigraron hacia Colombia y los colombianos que viven en Venezuela”.
La normalización de las relaciones favorece a la disminución o erradicación de las mafias fronterizas, dijo el internacionalista. “Es importante que esta situación de normalización, combata a las mafias y a los criminales que actúan en la frontera al margen de la ley. Esta normalización debería contribuir a disminuir o eliminar a estas mafias que operan al margen de la ley en la frontera.
El politólogo, agregó que al dar paso a un mayor control institucional de ambos lados de la frontera por ambos gobiernos y disminuir la actividad irregular en ambos lados de la frontera, «donde la gobernabilidad no la ejercía ni Bogotá ni Caracas, va a redundar en beneficios y resultados concretos para los migrantes venezolanos radicados en el lado colombiano. Siento que esa política puede ayudar en términos prácticos”.
Política responsable
Ambos expertos consideran fundamental que desde el nuevo gobierno de Colombia haya responsabilidad en la restitución de las relaciones, dejando de lado los conflictos políticos e ideológicos que generaron la inestabilidad bilateral.
Por tanto, Trepiccione aseveró que el tema de “Juan Guaidó, es una etapa que hay que ir superando. Me parece que se ha perdido el apoyo político interno y se ha perdido un apoyo político externo muy importante. Se ha ido quedando como en el aire, esta situación del gobierno interino».
Para Contreras, “es importante que Petro entienda que su responsabilidad en el restablecimiento de la relaciones entre Colombia y Venezuela no tiene nada que ver con el tema de la política interna de Venezuela y con el tema de la crisis política interna del país. Si Petro intenta politizar o ideologizar la relación con el gobierno venezolano, seguramente habrá una situación complicada y que lamentablemente va a generar que se vuelva a politizar las relaciones entre ambos países y se va a perjudicar a los migrantes de Venezuela en Colombia y a los colombianos que viven en Venezuela”.
Por tal motivo, señaló la importancia de tomar esta nueva etapa con responsabilidad. “Es importante que Petro asuma con responsabilidad la relación y entienda que los intereses nacionales están por encima de los intereses políticos e ideológicos. Que se respete la situación política en Venezuela, que no se inmiscuya en esta política interna del país. En ese sentido, será exitosa la relación entre ambos países o puede volver a generar una sitación conflictiva que, lamentablemente, perjudicará a la mayoría de los migrantes y contribuirá a que las relaciones se vuelvan conflictivas nuevamente”.
Para finalizar, Trepiccione, consideró que esta nueva etapa entre ambos países coloca en un buen nivel las relaciones y la situación de ambas naciones. “Indudablemente que con la designación de ambos embajadores ambos gobiernos, y particularmente, el nuevo gobierno de Colombia con Gustavo Petro, coloca en un estatus bastante elevado la relación bilateral colombo-venezolana, la reestructuración y relanzamiento de esa relación”.