Se acabó lo que se daba, llegó la hora de la verdad. Una vez concluido el fin de semana de las estrellas, comienza oficialmente la segunda parte de la temporada en las Grandes Ligas. Ahora es cuando viene lo bueno, los cambios en los que los equipos contendientes refuerzan sus filas, mientras que los desahuciados piensan de cara al futuro.
Esta temporada tiene un aura distinta a las de tiempos recientes, y es que hay dos equipos particulares que lucen dispuestos a pelear la clasificación en esta segunda parte de la campaña. Se trata de los Marineros de Seattle y los Orioles de Baltimore, que se encontraban en sendas rachas positivas antes de la pausa del Juego de Estrellas.
Seattle está metido de lleno en la carrera por el comodín, a pesar de encontrarse a nueve juegos de los Astros en la división del lejano oeste. Un solo juego han perdido en julio, los dirigidos por Scott Servais, con una cadena de 14 victorias al hilo.
Por su parte, los Orioles se encuentran en el último lugar de su división, pero están jugando para .500 en porcentaje de victorias y se encuentran a 3.5 juegos de meterse en los puestos de comodín. Recientemente, llegaron a tener una racha de diez victorias seguidas y han ganado 11 de los últimos 13 compromisos.
El mercado de cambios
Uno de los nombres que más ha sonado, y que promete ser el protagonista del verano, es el del dominicano Juan Soto, en la pista de salida de los Nacionales de Washington, que ante su negativa de aceptar una extensión, parecen decididos a enviarlo a otra organización con el fin de sacar provecho de su marcha, evitando así otro caso Bryce Harper.
Según diferentes fuentes, hay varios equipos que ya están preparando las chequeras, junto a los respectivos paquetes de prospectos que deberán ofrecer, para adquirir al dominicano. Entre ellos destacan los Yankees de Nueva York, Dodgers de Los Ángeles, Padres de San Diego, Cardenales de San Luis, Medias Blancas de Chicago y los Mets de Nueva York; estos últimos estarían prácticamente descartados por Washington, al ser un rival directo de división.
Otro de los nombres fuertes es el de Luis Castillo, lanzador abridor de unos Rojos de Cincinnati (34-57) que parecen estar fuera de competencia. El dominicano tiene efectividad de 2.77, con récord de tres ganados y cuatreo perdidos en 13 salidas; solo ha tolerado 24 carreras limpias en 78 entradas completas.
Asimismo, Willson Contreras vuelve a sonar fuerte para salir del Wrigley Field, al igual que su compañero Ian Happ, y cuando el río suena es porque piedras trae. Con los Cachorros de Chicago (35-57) solo medio juego por encima de los Rojos, todo indica que volverán a ser vendedores.
Particularmente, han surgido algunos nombres que podrían adquirir un matiz interesante de cara a esta segunda mitad de temporada, ya que podrían convertirse en piezas de gran valor para el equipo que decida apostar por ellos.
El caso más claro es el de Michael Conforto, jardinero agente libre que no ha hecho su debut en la presente campaña. Vale recordar que ‘Forto’ rechazó la oferta calificada que le ofrecieron los Mets (18.5 millones), por lo que cualquier equipo que lo tomara antes del Draft Amateur, tendría que compensar a los neoyorquinos con una selección.
Una vez pasado dicho evento, Conforto se convierte en una pieza interesante, sobre todo por su condición de bateador zurdo de poder. Ciertamente, el jugador tuvo un bajón en las últimas dos campañas, pero es importante recordar que en 2019 empalmó 33 cuadrangulares y remolcó 92 carreras para los metropolitanos.
El propio jugador, así como su agente que no es otro que el afamado Scott Boras, han reconocido que existe un interés latente por parte de cuatro organizaciones, entre las que han dejado entrever están los Azulejos de Toronto.
Por otro lado, con una situación completamente diferente, surge la alternativa de Dallas Keuchel, lanzador abridor que no las ha tenido todas consigo este año, siendo dejado en libertad por dos organizaciones, ante su inconsistencia y falta de control.
El zurdo de 34 años, comenzó la temporada con los Medias Blancas de Chicago, equipo con el que dejó foja de dos ganados y cinco perdidos, en ocho salidas en las que toleró 28 anotaciones, le conectaron seis cuadrangulares, concedió 20 boletos y recetó al mismo número de bateadores.
En 2022, en su paso por los patipálidos, los contrarios le batearon para .343 y su whip quedó en 2.16, cifras insólitas para un lanzador de su nivel. Sin embargo, había sido tomado por los D-Backs de Arizona, que también terminaron por dejarlo libre después de cuatro salidas.
Con los desérticos permitió 20 carreras, no conoció la victoria y sí se fue derrotado en par de oportunidades, recibió cuatro bambinazos, a la vez que le batearon para .329 de promedio. Entre los dos equipos, su efectividad para 2022 es de 8.53, en 50.3 episodios.
No obstante, Arizona tiene uno de los peores récords de la Liga Nacional (40-52), solo los Nacionales de Washington, con el peor récord de las Grandes Ligas (31-63) y la trinidad de los condenados de la división central –Rojos, Cachorros y Piratas (39-54)– lucen peor que el equipo de Torey Lovullo.
Mientras que los Medias Blancas, marchan en la tercera posición del centro de la Americana, tres juegos por debajo de los Mellizos de Minnesota; a su vez, también están batallando, a duras penas, por meterse en los puestos de comodín, a 3.5 juegos de distancia.
Posiblemente, jugando para un equipo que sea realmente contendiente, un brazo como el del zurdo sería un plus importante para la rotación de abridores. Recordemos que estamos hablando de un cinco veces ganador del Guante de Oro, que además fue el Cy Young de la Liga Americana en 2015, cuando pertenecía a los Astros de Houston.