El acuerdo para la formación de una empresa mixta con reparto de las ganancias entre Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la Compañía Nacional de Gas de Trinidad y Tobago (NGC) y la transnacional Shell para la explotación y producción conjunta de gas natural del campo Dragón ahora entró en la fase de negociación de los detalles, toda vez que el gobierno de Nicolás Maduro optó no seguir anclado en las trabas que impuso la estatal venezolana durante la gestión de Manuel Quevedo, revela el semanario Exclusivas Económicas.
La filial de Shell en Houston está a cargo de esta operación en conjunto con el poco personal que tiene esta empresa en su oficina en Venezuela, lo que implica contar con el aval otorgado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC, por sus siglas) para que conjuntamente con la NGC y el gobierno de Trinidad y Tobago se avancen en los acuerdos, contratos y control operacional que debe negociarse con Pdvsa, agrega la publicación.
Las estimaciones indican que en menos de un año podría complementarse el gasoducto de 17 kilómetros que conectaría el campo Dragón con la plataforma Hibiscus, propiedad de Shell y la NGC.
Esa empresa mixta trinitaria-venezolana también incluiría en su desarrollo -de acuerdo con Exclusivas Económicas- la explotación del campo marítimo binacional Loran-Manatee, que por el lado trinitario está a cargo de Shell; mientras que por el venezolano compete a una empresa mixta formada entre Pdvsa y la estadounidense Chevron.