Venezuela es azotada por el incremento de la temperatura como consecuencia de la sequía. Esto ha ocasionado un repunte de la demanda de energía de más de 1.000 Megavatios que el sistema eléctrico nacional (SEN) no puede atender eficaz y eficientemente, aseguraron fuentes del sector que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«Con el calor la demanda de electricidad se ha disparado a entre 11.500 y 12.000 Mw en los momentos pico. Sin embargo, el sistema no puede cubrir ese volumen, debido a las serias y recurrentes limitaciones en las áreas de generación, transmisión, subtransmisión y distribución de electricidad», advirtió un consultado.
Agregó que, ante el excesivo calor, los usuarios del servicio eléctrico utilizan más los aparatos de enfriamiento (aire acondicionado y refrigeración) que un sistema eléctrico en condiciones operativas normales y con inversiones y mantenimiento puede atender sin interrupciones del servicio.
Las fuentes destacaron que la ola cálida compromete aún más la capacidad de respuesta del SEN para satisfacer la demanda. Esta situación lleva a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) a aplicar cortes programados de administración de carga o racionamientos.
«En Caracas, los bajones de luz y fallas eléctricas se presentan a diario. En el interior del país la situación es peor, siendo los más castigados el Zulia y los estados andinos», alertó un consultado.
Precisó que en el interior de Venezuela regiones y comunidades padecen cortes eléctricos periódicos desde una a veinte horas de duración, lo cual ocasiona protestas de usuarios en la calle reclamando la restitución y normalidad del servicio.
Según las fuentes, el SEN presenta serios desequilibrios en la parte de generación, pues la central hidroeléctrica de Guri -localizada en Bolívar al sur del país- aporta hasta 7.000 Mw de energía a la demanda nacional a través de la línea troncal de transmisión.
La otra porción de la demanda eléctrica debería provenir de las plantas térmicas, pero muchas de esas instalaciones están inoperativas. En efecto, de la capacidad termoeléctrica total (16.080 Mw) instalada en el país, solo entre 8% y 10% está operativa. Esto ocasiona un déficit de oferta de 1.200 o más mw que es compensado con los racionamientos.
¿Los recursos dónde están?
Las fuentes indicaron que la incorporación de unos 150 a 200 Mw térmicos en los últimos dos años -producto de reparaciones y adecuaciones a algunas unidades termogeneradoras- es insuficiente para resolver el problema existente en generación.
«Se requieren miles de millones de dólares para lograr un servicio eléctrico confiable, estable y de calidad», recalcó un consultado.
Recordó que proyectos eléctricos acometidos en los últimos 20 años fueron pasto de la corrupción e improvisación, además de la falta de programas de mantenimiento.
«Esto ha llevado a la situación de que los venezolanos se quedan sin luz», dijo.
Las fuentes señalaron que el Ejecutivo y las autoridades eléctricas deben informar al público que ha pasado con los recursos asignados al sector eléctrico provenientes del Fondo de ayuda humanitaria por 3.000 millones de dólares dentro del acuerdo del diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.