El pago en especie de los beneficios de los contratos colectivos es una práctica habitual en varios sectores productivos del país.
En el caso de la industria cementera es la paleta, la cual consiste en la entrega mensual al trabajador de sacos con cemento para que los revenda o construya y mejore su vivienda.
Sin embargo, las declaraciones de este miércoles de Nicolás Maduro respecto a una investigación a mafias de distribución y venta de cemento en el país encendieron las alarmas en los trabajadores, alertaron fuentes sindicales que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«Desde hace tiempo, directivos de las empresas del cemento plantean eliminar la cláusula de la paleta establecida en el contrato colectivo», sostuvo un consultado.
Precisó que «con salarios de 3 y 4 dólares mensuales, la paleta representa un aporte significativo para el ingreso de las familias de los trabajadores gracias a la reventa de ese cemento».
Un dirigente insistió en que la mala gerencia de las directivas de las cementeras -estatizadas en junio de 2008 por Hugo Chávez- desplomó la producción de cemento a un millón de toneladas métricas anuales:10% de la capacidad instalada de 10 millones de toneladas al año.
Las fuentes destacaron que la intención de la patronal es esquilmar la paleta para sumar ese volumen a la distribución y venta en dólares del producto fundamentalmente al sector privado.
«La falta de inversión y mantenimiento de las plantas durante años tienen por el suelo las operaciones. Solo aplican paños calientes sin un impacto importante en el aumento de la producción», dijo un sindicalista.
Agregó que son deplorables las condiciones de higiene y seguridad industrial en las plantas. Esto ocasiona continuos accidentes, algunos graves como el de Pertigalete, estado Anzoátegui, ocurrido hace dos meses con saldo de un trabajador fallecido.
Asimismo, hay deficiencias en la dotación de uniformes, botas, herramientas de trabajo y kits de bioseguridad anticovid.
Otro incumplimiento patronal es la falta de transporte para los obreros, a lo que se suman las enfermedades ocupacionales debido a que la actividad cementera es muy desgastante y riesgosa.
«La nómina es muy antigua. La mayoría de los trabajadores tiene más de 45 años sin la posibilidad de incorporar en el corto plazo una generación de relevo capacitada”, dijo el sindicalista .
Contó que los nuevos ingresos son políticos y se encargan de aplicar el terrorismo laboral en los centros de trabajo.
Las fuentes insistieron que la investigación de Maduro debe concretarse en las mafias de los enchufados, en lugar de apuntar y satánizar a los trabajadores.
Precisaron que el desabastecimiento de cemento en el país no es mayor debido a la fuerte caída (casi 90%) del sector construcción.
«La ejecución de obras se traduce en algunos centros comerciales y bodegones», refirió un consultado.