Venezuela, Argentina y Cuba son los países de América Latina que finalizaron el año 2022 con las tasas de la inflación más alta, dado que las políticas económicas implementadas por sus respectivos gobiernos no han sido efectivas para contener el alza de precios.
En el caso de Venezuela, que viene arrastrando una crisis económica desde el 2013, la tasa de inflación en diciembre de 2022 llegó a 37,2%, convirtiéndose en la más alta en casi dos años, mientras que la inflación anualizada se ubicó en 305,7%. Esto según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), aún se esperan las cifras oficiales por parte del Banco Central de Venezuela (BCV).
Los rubros que reflejaron mayor incremento en sus precios fueron: Vestido y Calzado, con un 57,8%; Equipamiento del Hogar, con el 55,8%; Alquiler de Vivienda, con 51,8% y Alimentos, que se ubicó en 49,4%, estimó el OVF.
Incluso, 2023 abrió con una devaluación del 73% frente al dólar este el 3 de enero, primer día hábil del año. En diciembre de 2022, la moneda nacional se devaluó un 35% en comparación a la divisa estadounidense, que pasó de cotizarse en 11,25 bolívares a 17,48 bolívares en el mercado oficial, un incremento de 55,37%, según cálculos del BCV.
El OVF estimó que la devaluación del bolívar en el mercado oficial finalizó el 2022 en 275%; mientras que la del mercado paralelo fue de 293%, lo que pone sobre el panorama económico la incertidumbre del regreso de la hiperinflación.
«Las pronunciadas aceleraciones de la inflación que se vienen registrando desde septiembre de 2022 pudiesen colocar a la economía venezolana ante el peligro de un rebrote hiperinflacionario, que está tomando fuerza con la sostenida devaluación del bolívar que ejecuta el BCV, al abandonar el anclaje del tipo de cambio, en el contexto de una pérdida de reservas internacionales de 993 millones de dólares durante 2022”, señaló el OVF.
Aseguró que en “enero de 2023 comenzó con un ritmo de devaluación del bolívar que no se había observado desde que se eliminó de facto el control de cambios».
En contraste, el BCV reportó un crecimiento del 13,22% entre julio y septiembre de 2022 en comparación con el año anterior, mientras que el Producto Interno Bruto (PIB), registró un repunte de 17,73% en el período de enero-septiembre.
Mientras, el poder adquisitivo de los venezolanos ha menguado en los últimos meses, poniendo el salario mínimo (130 bolívares) en 7,24 dólares mensuales a tasa del dólar oficial y 6,41 dólares en el mercado paralelo, luego de que la divisa norteamericana pasara la barrera de los 20 bolívares este 5 de enero.
Azotados por el alza de precios
Venezuela no es la única nación que enfrenta desafíos económicos y estragos por la inflación, Argentina y Cuba también cerraron el año 2022 en un contexto de incertidumbres externas y restricciones internas, y han sido clasificadas como países con «inflación crónica».
Argentina avanza hacia una inflación anualizada de tres dígitos: finalizó 2022 en 99%, lo que lo coloca como el peor año desde 1991, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta que mes a mes repite el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que permite un seguimiento sistemático de los principales pronósticos macroeconómicos de corto y mediano plazo sobre la evolución de la economía de esa nación.
En octubre, los precios aumentaron un 6,3% con respeto a septiembre, que acumula un 88% de inflación interanual y un 76,6% desde enero, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicados el martes.
Los esfuerzos del gobierno de Alberto Fernández por evitar que continúen en aumento estas cifras hasta ahora han sido insuficientes.
Un escenario que se repite en Cuba, con el gobierno de Miguel Díaz-Canel, que afirma haber cerrado 2022 con una inflación de 40% y un crecimiento moderado de 2% del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, según Cepal, la nación cubana terminaría el año pasado con una inflación de 87,8%.
La ola inflacionaria no la han podido detener, lo que significa un efecto directo en la pérdida del poder adquisitivo de los cubanos. Una realidad bastante parecida a la de los venezolanos.
Solo un 3,7% fue el crecimiento económico que registraron las naciones latinoamericanas y caribeñas en 2022, según el informe preliminar de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), «poco más de la mitad de la tasa del 6,7% registrada en 2021».
Incluso, el informe Panorama Social 2022 de Cepal estima que 201 millones de personas, que representa 32,1% de la población total de Acuerdo de Libre Comercio, vive en situación de pobreza, de los cuales 82 millones (13,1%) están en la pobreza extrema.
Los países de la región que registraron la inflación más baja de Latinoamérica fueron: Panamá con 1,7% y Bolivia con 2,9%.
En 2023 permanecerá el desafío de las economías
El Fondo Monetario Internacional (FMI), proyectó que 2023 será un año «muy duro», debido a que las principales economías del mundo -Estados Unidos, Europa y China-, continúan registrando un debilitamiento en sus actividades.
De acuerdo con la Cepal, el crecimiento de las economías de los países latinoamericanos y caribeños solo será de 1,3% en promedio para 2023.
A esto se le suma la «sombra de la recesión» que amenaza a un tercio de las economías del mundo, según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A pesar de que el crecimiento económico para América Latina será más bajo, las estimaciones indican que los países de la región no decrecerán, a excepción de Chile, que se proyecta una contracción en sus finanzas.