Los venezolanos estamos cansados de las injusticias, de la miseria, la inseguridad, del matraqueo y de todas las dificultades por las fallas en los servicios básicos. No queremos apenas sobrevivir entre tantas penurias, lo que en realidad queremos es vivir en un país donde podamos ser felices, con posibilidad de alcanzar nuestras metas, gozar de calidad de vida y dar un abrazo de bienvenida a todos aquellos que tuvieron que migrar en búsqueda de oportunidades. Durante 22 años nos han hecho la vida imposible, pero aquí estamos, resistiendo y exigiendo un mejor país.
Motivos para trabajar incansablemente por Venezuela nos sobran. Solo hay que recorrer el país para darse cuenta de la terrible realidad que padecen millones. Es cuestión de empatía y tener valores humanos para reconocer como mucha gente está sufriendo y esperan que quienes rechazamos el modelo del régimen tomemos las acciones necesarias para dejar atrás esta horrible pesadilla. Claro que vale la pena seguir remando para lograr el cambio que tanto necesitamos y anhelamos.
Debemos ser honestos y realistas en este momento, lograr nuestra meta no es una tarea sencilla, pero no hay otra opción que continuar en nuestro camino para que termine el sufrimiento de todos los venezolanos. El régimen apuesta por desmoralizarnos y quitarnos la esperanza porque no le conviene que sigamos unidos y organizados presionando para lograr el cambio político. Pero una cosa tenemos clara, no vamos a quedarnos con las manos cruzadas sin hacer nada mientras unos pocos se enriquecen a costa del sufrimiento de millones.
Por todo esto, por ti, por tu familia, por aquellos que tuvieron que migrar en búsqueda de oportunidades, este 21 de noviembre sal y vota. Tenemos en nuestras manos la oportunidad perfecta para escoger a nuestros representantes, para ejercer presión a quienes se atornillan al poder y de prepararnos para próximos procesos que pueden decidir el futuro de todos nosotros y el país. Votar es más que ejercer un derecho constitucional, es también una herramienta de protesta que tenemos para alzar nuestras voces y hacernos escuchar. Vamos a demostrar este 21N que somos una clara mayoría que quiere un cambio.
El pueblo venezolano clama un nuevo modelo político que sí de garantías de calidad de vida y promueva el desarrollo y el progreso social. Vivir en un país con servicios básicos óptimos, donde el salario rinda y existan instituciones públicas que trabajen por y para los ciudadanos es posible. Las elecciones del 21 de noviembre son un paso importante para lograr esa meta que nos hemos propuesto. Solo en unidad y organizados podremos reconstruir Venezuela.