Katiuska está preocupada porque después de 10 meses sin pareja, seis de esos estuvo confinada en su casa sin ningún tipo de contacto social más que los tres minutos que tardaba en recoger el pedido del delivery en la puerta de su casa, por fin la semana pasada conoció a alguien a través de las redes sociales.
Aunque en Venezuela se ha incrementado moderadamente el esquema de flexibilización de la cuarentena, como método de prevención contra el COVID-19, Katiuska aún le teme a intercambiar contacto con desconocidos.
Me invitó a salir, pero eso no es todo. Hemos tenido conversaciones calientes por chat y yo creo que él va a intentar siquiera besarme cuando lo vea. Qué miedo, no sé qué hacer, le confesó a su amiga. Para mí la cuarentena ha sido el retorno de la virginidad, y sé que no soy la única. Así que es como si fuera mi primera vez, otra vez no sé qué hacer.
Mientras tanto, los médicos y especialistas en salud sexual recomiendan el uso de tapabocas, preservativos y posiciones en las que no haya contacto cara a cara, pero la verdad es que, como lo señala el sexólogo Fernando Torres, a la hora de un encuentro sexual no hay tapabocas que valga.
La amiga de Katiuska, consternada por la preocupación, que también es propia, le aconseja que le invente un cuento al desconocido y se evite encuentros que pudieran ponerla en riesgo de contraer la enfermedad que ha sido contraída por 37.999.713de personas en el mundo, según la Universidad Johns Hopkins. Pero su opinión entra en conflicto cuando, el pasado lunes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se pronunció en contra del confinamiento como principal medida preventiva.
Así que desde HispanoPost le preguntamos a los expertos Ender Boscán y Fernando Torres, ambos médicos sexólogos y expresidentes de la Sociedad Venezolana de Sexología Médica, sobre qué deben hacer las personas que como Katiuska quieren ver renacer su sexualidad, pero aún les temen a las consecuencias de la pandemia.
Boscán es de los que aconseja el uso de métodos de barrera y bioseguridad si se trata de una pareja sexual con la cual no se convive. Hay que encontrar la manera de tener un encuentro sexual sin contagio, mantener el uso de tapabocas. Ir a la actividad sexual en una posición donde no haya cara a cara o besos en la boca. Recomendó también a las parejas tomar una ducha con agua y jabón previa y posterior al acto sexual.
Torres, quien también insiste en la importancia de la prevención, abaló la recomendación de intensificar el aseo personal, en especial si la pareja con la que se mantendrá contacto sexual trabaja en alguno de los sectores de riesgo, como en salud.
Si alguno de ellos ha tenido contacto con factores de riesgo, la probabilidad de contagio es alta por muchas medidas que tomen. El hecho de que la persona luzca bien o asintomático no significa la ausencia del virus en ese encuentro cercano de dos personas que se relacionan sexualmente, dijo Torres.
Pidió a las parejas con vida sexual activa, en especial aquellas que no viven juntas, que se cuiden mutuamente. Eviten las aglomeraciones, mantener el lavado de manos con agua y jabón, insistir en el uso del tapabocas y el aseo personal antes y después del sexo.
Confinamiento con o sin sexo
Katiuska no ha sido la única venezolana que ha pasado cerca de un año sin sexo por las restricciones del distanciamiento social. Así que los especialistas hablaron sobre cómo ha sido el comportamiento sexual de los ciudadanos en del país durante el confinamiento.
Pese a que, como sucede con muchos otros ámbitos de la salud pública, en Venezuela no hay estadísticas sobre si las parejas dejaron de tener sexo o por el contrario el confinamiento elevó su libido, los expertos explicaron que para hablar de esto es necesario dividir a la población entre parejas que viven juntas y parejas no formales o que no viven en la misma casa.
En lo que uno ha conversado con colegas y lo que hemos visto en consultas, al principio de la pandemia hubo un aumento en la frecuencia coital, la cual ha ido disminuyendo porque las personas se están ocupando de otras cosas. A medida que ha ido evolucionando la cuarentena se ha disminuido la frecuencia sexual en parejas que viven juntas, detalló Boscán.
Mientras la cuarentena era radical, el especialista observó mayor distanciamiento en las parejas que vivían separadas. Lo que explica Torres de la siguiente manera: Me resulta lógico pensar que la actividad sexual ha disminuido porque la policía ha mantenido cerrado los hoteles, que son sitios de encuentro sexual para parejas no formales. Así que el número de encuentros ha disminuido.
Boscán añadió que con la flexibilización de la cuarentena también llegaron las demás preocupaciones de los venezolanos, lo que disminuyó el contacto sexual de las parejas formales. También se conoce de casos en los que el confinamiento ha traído complicaciones y conflictos de pareja y abusos doméstico, inclusive en abuso infantil, por estar 24 horas todas las personas en la casa.
He visto casos de parejas donde el confinamiento ha mejorado la calidad de su relación y como parte de ese cuadro mejora el aspecto sexual, no es solo lo sexual de manera aislada. También he visto casos de parejas que el confinamiento los ha alejado, les ha producido un desencuentro. La agresividad de los dos miembros se incrementado producto del estrés propio del confinamiento, agregó Torres.
Más placer
Ante la duda de qué hacer para mantener viva la llama, Boscán aconsejó a las parejas a jugar y usar la creatividad. En oportunidades se ha recomendado que las personas se estimulen ellas mismas, con cierta distancia de su pareja, para que ambos disfruten. Tanto el que se está estimulando, como el que está viendo, comenzarán a sentir la excitación y ayudan al precoito.
Y aunque explicó que no hay estudios que indiquen que la COVID se transmita por la vía sexual, pese que se han descubierto casos donde se encuentra una carga del virus en el semen, siempre se debe usar el preservativo hasta que no haya sospecha alguna de presencia de la enfermedad.
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