En el último semestre de 2019, los venezolanos han tenido la percepción de que existe cierta mejoría en la economía, ya que el flujo de divisas se ha incrementado debido en gran parte a las remesas enviadas desde el exterior y también por el aumento en el abastecimiento de productos de primera necesidad.
Ante este escenario, HispanoPost entrevistó a la economista y profesora de la Universidad Central de Venezuela, Sary Levy, quien explicó que esta sensación de mejoría es poco probable que perdure en el tiempo, porque desde el Estado no se están diseñando políticas públicas que permitan enrumbar al país a un desarrollo sostenible en el tiempo.
Todo el mundo ha sentido una aparente mejoría y esto se debe a dos razones principales. La primera es tener los estantes llenos, porque psicológicamente no es lo mismo manejar la escasez cuando no se tiene dinero para comprar algún producto, que no conseguir nada sin importar lo que se haga y el otro elemento es la posibilidad de utilizar divisas en un país que tiene por lo menos 5 millones de inmigrantes·, indicó Levy.
De una u otra manera, hay un grupo de la población que recibe remesas o personas que simplemente se apoyan en cubrir sus necesidades en pequeños ahorros en divisas que han mantenido en el tiempo y pueden usar estos recursos sin temor a ser perseguidos. Esto ha permitido poder justificar esta sensación de bienestar, explicó.
Con respecto a la flexibilización en el uso de divisas, ante la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, precisó que no todo el escenario es positivo porque una parte importante de esas divisas que se encuentran en la calle son obtenidas mediante actividades que están fuera de la Ley.
Siempre existe ante la circulación de divisas a nivel nacional, la pregunta de cuánto de ese capital que circula proviene de capitales perfectamente ganados legalmente y aquellos que están relacionados con lo que llamamos economías subterráneas, que tienen que ver con actividades ilegales, narcotráfico, venta de armas, venta de oro extraído, entre otras, dijo.
Agregó: Tenemos estas dos fuentes, es decir, la lícita que está ajustada a la ley y otra que no podemos cuantificar con exactitud, que no está dentro del marco legal. Ambas son fuentes de divisas para el pago de consumos y eso genera cierto movimiento en la economía. Se pueden generar ingresos, la contratación de empleados, se pueden pagar impuestos, se alimenta el circuito de la economía, pero este capital no se concreta para situaciones económicas más profundas.
En este sentido, detalló que para que exista un desarrollo económico es necesario profundizar en políticas que van más allá del consumo.
Cuando uno va a hablar, por ejemplo, de inversión se necesitan otros elementos, como seguridad jurídica, derechos de propiedad bien establecidos. Se requiere un mínimo de estabilidad en los servicios básicos, porque tú puedes querer invertir, pero si no tienes donde enchufar la maquina difícilmente vas a producir. Estamos diciendo que ha habido una mejora aparente, pero no es profunda ni sostenible en si misma y eso es importante tenerlo presente, comentó.
Período incalculable
La docente advirtió que de no haber reformas profundas en las políticas económicas, es poco probable que esta mejoría perdure en el tiempo. Sin embargo, aclaró que es difícil calcular si este fenómeno económico terminará a corto, mediano o largo plazo.
Yo no puedo saber que tan a corto plazo puede ser esta sensación de bienestar, porque no puede determinar con que tanta sostenibilidad se van a seguir inyectando divisas a la economía. Yo no puedo garantizar que la gente siga desahorrando y lo traiga, yo no puedo garantizar que todas las familias sigan apoyando a sus familiares enviando remesas y tampoco podemos saber que ese otro circuito que no está ajustado a la ley siga utilizando los canales de distribución de divisas, precisó.
Levy aseguró que esta sensación de bienestar económico no permite la generación de un conjunto de actividades autosostenibles y generadoras de desarrollo profundo en el país.
Si yo fuera un gobernante implementaría una serie de políticas públicas que me permitan generar un conjunto de condiciones, como para que la dinámica generada permita sostenibilidad y es lo que lamentablemente no se está presentando en Venezuela, concluyó.
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