Las alarmas del gremio de expendedores de gasolina se prendieron los últimos días con las comunicaciones enviadas por Petróleos de Venezuela a concesionarios que durante años administraron eficientemente las estaciones de servicio propiedad de Pdvsa.
Fuentes del sector petrolero que pidieron guardar su nombre en reserva aseguraron que la intención de la medida es traspasar la concesión de 180 bombas a privados amigos de la administración de Nicolás Maduro.
Los consultados cuestionaron el argumento utilizado por la estatal petrolera en las cartas de que los concesionarios desalojados incumplieron su obligación de despachar gasolina a los conductores durante la severa crisis de desabastecimiento previa a la llegada de 1,5 millones de barriles del carburante procedentes de Irán.
«Desde marzo -cuando también se implantó la cuarentena por el coronavirus- la mayoría de las bombas no vendía gasolina porque Pdvsa no se la suministraba», denunció uno de los consultados.
Explicó que la red de estaciones de servicio de Pdvsa abarca 180 expendios en el país, pero la gran mayoría de ellos están localizados en lugares muy atractivos desde el punto de vista comercial.
Esta situación, refirió otra fuente, hace muy apetecibles manejar esas bombas ahora que la gasolina tiene el precio internacional de 50 centavos de dólar el litro. «Militares y empresarios extranjeros, especialmente de países islámicos del Medio Oriente, serian los nuevos concesionarios de las estaciones de servicio afectadas por la rescisión de los contratos a empresarios venezolanos que han cumplido cabalmente sus obligaciones», destacó.
En las comunicaciones escritas, Pdvsa da un plazo de 72 horas para desalojar el expendio sin ninguna compensación. Indica en el texto que «podrá rescindir el contrato de forma unilateral y en cualquier momento».
Hasta ahora, la medida de Pdvsa fue aplicada en una decena de bombas en Caracas, entre ellas dos de Tazón además de los expendios CCCT, La Castellana, La Estancia, Río de Janeiro, Parque Cristal y El Cafetal.
Hace unas semanas, la gobernación de Carabobo tomó 17 gasolineras de Pdvsa, la cual también envio cartas con la orden de desalojo a concesionarios de Sucre, Bolívar, Falcon y Tachira.
La Federación Nacional de Expendedores de Gasolina (Fenegas) ha solicitado desde hace meses a las autoridades del mercado interno de derivados de hidrocarburos una reunión para tratar la situación difícil del sector, pero no han sido atendidos.
Una fuente insistió en que «ahora esa reunión es más urgente, debido a la gran preocupación tanto de los concesionarios de las bombas de Pdvsa, como los de otros 1.500 expendios de cuyos terrenos y bienhechurias ellos son los propietarios».
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