Son varias las habilidades que deben desarrollar los líderes y una de las principales -y ya no es secreto para nadie- es la comunicación. Y esto vale la pena reiterarlo por el crucial papel que juega en la dinámica de una organización. En la medida en que la comunicación sea efectiva, permite construir confianza y compromiso, lo cual es clave para una empresa.
Los líderes que se comunican abiertamente, son responsables y escuchan a sus empleados pueden construir una cultura en la que estos se sienten más capaces de compartir ideas y opiniones.
Además, pueden inspirar al personal a su cargo, persuadirlos, motivarlos, orientarlos y acompañarlos en todas sus actividades, así como compartirles ideas y transmitirles los valores de la empresa. Pero hay algo más y que es sumamente importante: la ‘voz’ que emplea para comunicar su mensaje.
“Ya sea un gerente o un alto ejecutivo, lo que dice, cómo lo dice, cuándo lo dice, a quién lo dice y si lo dice dentro del contexto adecuado son componentes críticos de su potencial de liderazgo estratégico”, señala Rebecca Shambaugh, presidenta de Shambaugh, organización de desarrollo de liderazgo.
Y eso implica desarrollar una “voz ejecutiva”, que tiene menos que ver con el desempeño del líder y más con sus instintos estratégicos y su conocimiento de las señales que envía en las interacciones y comunicaciones diarias, según plantea Shambaugh en su artículo “To Sound Like a Leader, Think About What You Say, and How and When You Say It”, publicado por Harvard Business Review.
“Desarrollar una voz ejecutiva puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso en su estilo de comunicación y liderazgo. Puede presentarse de manera más estratégica en las reuniones haciendo su tarea y tomando la iniciativa en el análisis de situaciones difíciles. Aporta soluciones, no solo problemas. Y mantiene la calma en la olla a presión”, advierte Shambaugh.
Ciertamente, la voz ejecutiva puede parecer algo intangible y, por lo tanto, difícil de definir. Sin embargo, hay algo que identifica a los líderes que la poseen: las personas con una voz ejecutiva efectiva no se ponen nerviosas fácilmente y brindan un liderazgo productivo, sensato y justo.
Por su puesto que contar con una voz ejecutiva no es exclusivamente una cualidad innata de los líderes, se requiere de preparación para desarrollarla. Y si bien todos tenemos una forma preferida de comunicarnos con los demás, los líderes deben hacerlo con una intención estratégica y una sólida comprensión del contexto para apuntalar su estilo de comunicación y liderazgo.
Al final, es importante cómo ‘suena’ la voz del líder. Como parte importante de su ejercicio de liderazgo tendrá que comunicarse de manera efectiva. Es decir, convencer con sus palabras transmitiendo seguridad y credibilidad.