La aplicación en Caracas del esquema 7+7 impuesto en 2020 por la administración de Nicolás Maduro, debido a la pandemia de la COVID-19 tiene sus altas y bajas.
Mientras los bancos, centros comerciales, industrias de bienes no esenciales y mercados municipales acatan la medida de estar abiertos una semana sí y otra no, los buhoneros y comercios evaden las reglas pagando a la policía para que no los molesten, aseguraron fuentes del sector que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«Todos los días le doy 5 dólares al policía para que me deje colocar el puesto y venda en el bulevar de Catia», explicó una vendedora informal de bisutería.
Precisó que en la semana del Día del Niño aprovechó para vender juguetes, entre 2 y 10 dólares la pieza, pero «la policía se puso más exigente: a cada rato pedían los 5 dólares y para evadirlos decidí rotar el puesto por diferentes calles».
Otro vendedor de plátanos en la avenida Fuerzas Armadas contó que en la semana radical le paga «sus 5 dólares al policía y me deja tranquilo».
El dueño de un camión de vegetales y que ofrece al público bajo una carpa anexa en una esquina de Candelaria recordó que hace cinco meses solo podía vender dos días durante la semana flexible.
Añadió que, actualmente, trabajan incluso los domingos cuando rematan la mercancía sobrante.
Los horarios de atención al público también se han extendido. «Antes cerrabamos al mediodía, ahora podemos despachar hasta la 3 o 4 de la tarde, dependiendo del humor de los policías a quienes les pago con una bolsa de verduras y frutas», dijo.
En cuanto a los comercios de bienes no esenciales como barberías, peluquerías y ferreterías, entre otros, el mecanismo aplicado es abrir «la puertica» de la santamaría dejando pasar a los clientes que en su mayoría acuden previa cita.
«Tener el negocio cerrado toda una semana es muy duro. Atender a la gente así sea goteadita en la semana radical es un alivio», reveló un ferretero en la avenida Panteón.
Los consultados sostuvieron que dentro del local aplican estrictamente las medidas de bioseguridad: solo se admiten dos a tres personas con tapabocas, a quienes antes se les tomó la temperatura y se les puso gel o alcohol en las manos.
Desde que arrancó la cuarentena del coronavirus en marzo de 2020, muchos negocios de bienes no esenciales incorporaron en sus espacios la venta de alimentos y productos de limpieza personal y del hogar para mantenerse abiertos.
«No sé si es porque pierden la noción del tiempo, pero los policías a veces vienen en la semana flexible y se ponen cómicos para que les des algo o si no te cierran», expresó un consultado.
La semana pasada, Maduro anunció que revisan el esquema 7+7 con la finalidad de flexibilizarlo y para ello estaban realizando una consulta a través de la página Patria.