Cuando surgieron en 2014 pero con más ahínco a partir de 2019, las farmacias auspiciadas por la administración de Nicolás Maduro presentaban largas colas de consumidores debido al diferencial de precios respecto a sus iguales del sector privado.
Hoy esas filas de personas han disminuido notablemente porque los establecimientos oficialistas presentan precios de venta al público iguales o superiores a los de los expendios comerciales privados, aseguraron fuentes del sector y consumidores que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
Los establecimientos farmacéuticos oficialistas han proliferado en la Gran Caracas -especialmente en las zonas populares y comerciales con gran tránsito de personas- mediante los camiones y locales en espacios fijos.
Los camiones -que ostentan los nombres de Farmacia Caribe y Barrio Nuevo Tricolor- venden medicamentos procedentes de Turquía, Irán, India y República Dominicana.
Por su parte, los establecimientos fijos pertenecen a la red Patria y a algunas instituciones públicas combinan el expendio de medicinas importadas y nacionales con la venta de alimentos, chucherías, cosméticos y productos de aseo personal y del hogar.
Las fuentes indicaron que la población acude principalmente a estas farmacias para adquirir medicinas.
Agregaron que el expendio de los medicamentos foráneos -importados sin pagar aranceles y otros impuestos- representa una competencia desleal con los fármacos producidos en Venezuela.
Otra particularidad anotada por las fuentes es que los recibos de las transacciones emitidos a los consumidores no están a nombre de alcaldías, misiones u otros organismos públicos, sino a nombre de personas naturales y jurídicas.
«Cuando comenzaron los camiones y las farmacias Patria, los precios eran mucho más bajos que en los establecimientos comerciales. Eso cambió», recordó en El Valle una pensionada del Seguro Social.
En la Plaza Candelaria -donde se instala un camión de Farmacia Caribe- otro adulto mayor expresó: «Antes recorría varios establecimientos para encontrar las medicinas porque había escasez. Ahora, que se consiguen los remedios tengo que patear calle para encontrarlos más baratos y muchas veces lo hago en la farmacia privada».
Trabajadores activos y jubilados sostuvieron que sus ingresos no alcanzan para comprar medicinas porque están muy costosas en cualquier farmacia.
Por ello, exigieron la regularización del servicio de entrega de medicamentos sin costo en los ambulatorios y hospitales del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
«La salud la pagamos con las cotizaciones a la seguridad social por lo que los ambulatorios y hospitales deben proveernos a los pacientes», sostuvo un trabajador.
Un ama de casa en San Bernardino criticó que los camiones-farmacia del oficialismo no venden insumos como guantes, pañales desechables y centros de cama.
«Esos artículos deberían venderlos y a menor precio. Atiendo a mi madre de 90 años y el gasto en pañales es una renta muy difícil de costear», insistió.
Las fuentes señalaron que las farmacias representan un buen negocio. Por ello, se han multiplicado los establecimientos que operan individualmente en un local o dentro de los hipermercados.
«Algunos establecimientos farmacéuticos están en manos de militares y policías de rango», dijo un consultado.