Las emisiones mundiales de dióxido de carbono relacionadas con la energía aumentaron menos de lo previsto en 2022 gracias al crecimiento de fuentes de energía limpias como la solar, la eólica, los vehículos eléctricos y las bombas de calor, según informó este jueves la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Según el análisis de la AIE, las emisiones mundiales procedentes de la energía aumentaron menos de un 1% el año pasado, hasta alcanzar un nuevo máximo de más de 36.800 millones de toneladas, ya que las energías renovables contribuyeron a limitar el impacto del aumento mundial del consumo de carbón y petróleo. En comparación, las emisiones mundiales procedentes de la energía aumentaron un 6% en 2021.
Sin las energías limpias el aumento hubiera sido tres veces superior
El análisis de la agencia se produce en medio de una gran perturbación dentro de los mercados energéticos mundiales tras la invasión de Rusia en Ucrania el pasado mes de febrero.
«Los impactos de la crisis energética no resultaron en el gran aumento de las emisiones globales que se temía inicialmente», dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, en un comunicado. «Esto se debe al extraordinario crecimiento de las energías renovables, los vehículos eléctricos, las bombas de calor y las tecnologías de eficiencia energética».
Sin el crecimiento de las energías limpias, el aumento de las emisiones el año pasado habría sido casi tres veces mayor, según la AIE. Aun así, la agencia advirtió de que las emisiones siguen en una trayectoria de crecimiento insostenible e instó a tomar medidas más contundentes para abandonar los combustibles fósiles.
«Las empresas internacionales y nacionales de combustibles fósiles están obteniendo unos ingresos récord y deben asumir su parte de responsabilidad, en consonancia con sus compromisos públicos de cumplir los objetivos climáticos», afirmó Birol. «Es fundamental que revisen sus estrategias para asegurarse de que están alineadas con una reducción significativa de las emisiones».
Según el informe, las emisiones de gas natural disminuyeron un 1,6% el año pasado, debido a que el suministro de gas, ya de por sí escaso, se vio agravado por la invasión de Ucrania por Rusia y las consiguientes interrupciones generalizadas del comercio.
Pero el aumento del 1,6% de las emisiones procedentes del carbón compensó el descenso del gas natural.
Además, las emisiones procedentes del petróleo aumentaron un 2,5%, y cerca de la mitad de ese incremento procedió del sector de la aviación, ya que el transporte aéreo siguió recuperándose de la pandemia, según el informe.
El mayor aumento de las emisiones en 2022 correspondió al sector de generación de electricidad y calor, que registró un incremento del 1,8%. Los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías y olas de calor, junto con un número inusualmente elevado de centrales nucleares fuera de servicio, fueron algunos de los factores que contribuyeron al aumento de las emisiones el año pasado, según la AIE.
En Estados Unidos, las emisiones crecieron un 0,8%, ya que los edificios aumentaron su consumo de energía para soportar temperaturas extremas, mientras que en la Unión Europea las emisiones bajaron un 2,5%.
Las emisiones de China se mantuvieron prácticamente estables el año pasado, ya que las estrictas medidas Covid-19 y el descenso de la actividad de la construcción provocaron descensos en la actividad industrial y del transporte.
Fuente: Worldenergytrade