Desde la creación del Clásico Mundial de Beisbol, que escuchó la voz de ‘play ball’ por primera vez en el año 2006, ha sido habitual ver a diferentes jugadores portar los uniformes de países cuya nacionalidad no es la principal para ellos, bien sea por temas de mercadeo, como tributo a su herencia o simplemente por no tener espacio con su otra nación.
El caso de Álex Rodríguez es, sin lugar a dudas, el más emblemático de todos. El antesalista, nacido en Nueva York, pero de padres dominicanos, disputó el primer torneo representando a los Estados Unidos; tres años después, en 2009, cumplió su deseo de jugar para la República Dominicana.
Otros ejemplos claros fueron los de Mike Piazza y Franck Catalanotto, ambos nacidos en territorio estadounidense, pero de raíces italianas; representaron al país europeo en la contienda global. Asimismo ocurrió con uno de los nuestros, el receptor Francisco Cervelli nunca llegó a vestir los colores de Venezuela en el Clásico Mundial de Beisbol.
El valenciano, primero aprovechó el llamado de Italia, visto que en el combinado vinotinto no tenía cabida; posteriormente, ya con un cartel de mayor peso en las Grandes Ligas, el careta optó por mantenerse como italiano, ahora como muestra de agradecimiento.
Incluso, en algún punto se llegó a especular sobre la posibilidad de que Marco Scutaro también se uniformara con ‘la azzurra’, sin embargo el de San Felipe decidió representar a Venezuela, sin importarle que en principio le tocara hacerlo como suplente.
En fin, han sido varios los jugadores que han tomado esta alternativa, ya que a diferencia del reglamento estipulado por la FIFA en el fútbol, la Major League Baseball no ha puesto restricciones, tal y como pudo verse con el caso de A-Rod.
Uno que, al parecer, ha manifestado la intención de asistir al Clásico bajo estas condiciones, es el antesalista de los Astros de Houston Álex Bregman. El abuelo materno del infielder es natural de Puerto Rico, por lo que el sideral querría honrar sus raíces boricuas.
Bregman está en medio de una temporada, que bien podría ser digna del ‘Regreso del Año’, luego de que en 2021 solo disputará 91 compromisos, en los que apenas despachó una docena de vuelacercas y produjo 55 rayitas para la causa de los Astros.
En 2022, el jugador ya alcanzó la veintena de bambinazos, está cerca de los 80 remolques, con 34 dobles y 119 indiscutibles. Su porcentaje de embasado está en .371, que sería el tercero mejor de su carrera, por detrás de 2018 y 2019.
Claro que, es inevitable hacer comparaciones con el que –en teoría– será el dueño de la esquina caliente de los Estados Unidos, que no es otro que Nolan Arenado, probablemente el mejor guante de todo el beisbol en la era moderna y que además es una de las referencias ofensivas de su equipo. El jugador de los Cardenales de San Luis, a su vez, tiene sangre cubana en sus venas.
Otro caso que, en el papel, pinta como bastante interesante es el de Vladimir Guerrero Jr.; vale recordar que el primera base nació en Montreal (Canadá), por el ya lejano año 1999, cuando su padre jugaba para los Expos.
Aunque el toletero ha dejado claras sus intenciones de jugar para la República Dominicana, pues se siente y se crió como un dominicano, su caso en particular es de los más atractivos, pues una pieza como esa sería apetecible en cualquier alineación.
Exactamente en la misma situación que Guerrero, se encuentra su compatriota Manny Machado, nacido en la ciudad de Miami-Florida; pero que al ser hijo de padres dominicanos, y criado bajo sus costumbres, se siente más dominicano que estadounidense.
Por otro lado, el combinado italiano podría volver a estar bastante resuelto, si en definitiva logran convencer a algunos jugadores de representar a la patria de sus ancestros. Joey Gallo, Anthony Rizzo o Trey Mancini son solo algunos de los nombres elegibles, para conformar la delegación de Italia.
Mientras tanto, el ex camarero Ian Kinsler, que se tituló campeón en 2017 con la selección estadounidense, estará al frente del equipo israelí. El otrora segunda base de los Rangers de Texas, también posee dicha nacionalidad, de hecho los representó –como jugador– en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Como dato curioso, el venezolano Oswaldo Guillén asistirá a la máxima cita, aportando sus conocimientos como coach; solo que no lo hará en favor de los venezolanos, sino que formará parte del cuerpo técnico de Francia.