Ser una persona de la tercera edad en Venezuela equivale a una vida de penurias debido a la baja pensión de 130 bolívares (unos 14 dólares) mensuales, lo cual no alcanza para cubrir los gastos más básicos de alimentación y salud.
Sobre este último punto, una reciente encuesta realizada por el Frente Nacional de Jubilados y Pensionados arrojó que 86% (4,2 millones de personas) de 5 millones de pensionados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, IVSS, tiene problemas para comprar las medicinas.
Otro dato de la muestra es que más de 90% (4,5 millones de adultos mayores) no dispone de un seguro privado de salud HCM.
Esto implica que esas personas dependen de la atención médica en hospitales y ambulatorios del sector público, la mayoría de ellos con serias carencias de dotación de medicinas e insumos y prestación de los servicios asistenciales.
Edgar Silva, coordinador del Comité de Defensa de los Derechos Humanos de los Pensionados, Jubilados, Adultos Mayores y Personas con Discapacidad, indicó que los resultados de la encuesta confirman «la terrible tragedia que viven las personas de la tercera edad, quienes están en total indefensión como consecuencia del descuido del gobierno de Nicolás Maduro a la seguridad social».
Destacó que los pensionados estuvieron cotizando al Seguro Social durante su vida productiva por lo que «es inaceptable que no se les retribuya con un servicio médico asistencial de calidad».
El dirigente señaló que el sistema de seguridad social, como lo hacía en el pasado, debe suministrar a los trabajadores activos y pensionados las medicinas y la asistencia médica periódica y de emergencia requeridas por los asegurados y sus familias.
«Las farmacias de los ambulatorios y hospitales del IVSS desde hace mucho tiempo dejaron de dar medicinas a los pacientes», alertó Silva.
Precisó que también hay serios inconvenientes en la provisión de los medicamentos en las farmacias de alto costo de la institución a los pacientes con cáncer, trasplantados y enfermedades crónicas, entre otros.
Es muy cuesta arriba comprar medicinas
En Caracas, adultos mayores que solicitaron guardar sus nombres en reserva, aseguraron que es muy difícil comprar las medicinas incluso en los camiones y farmacias populares administrados por entes gubernamentales.
Esto obliga, agregaron, a reducir las dosis prescritas por el médico o abstenerse de comprar el medicamento menos prioritario.
«Tengo una condición cardíaca. Si no fuera por la remesa que me mandan los hijos ya me hubiera muerto», contó un consultado en Candelaria.
Una pensionada que vive en Catia narró: “Soy hipertensa y diabética. Es un verdadero calvario poder comprar los remedios. En la farmacia del Seguro Social nunca hay por lo que debo patear media Caracas – comparando precios- para rendir la plata de la pensión».
Un miliciano de la tercera edad admitió que ingresó a la Milicia para acceder a los servicios de salud del Hospital Militar y la bolsa de comida porque «la pensión no alcanza».
Silva refirió que los precios de las medicinas en los camiones y las farmacias populares son menores a los de los establecimientos comerciales privados.
Sin embargo, advirtió que hay desconfianza sobre la efectividad y riesgo de efectos secundarios al organismo ocasionados por medicinas importadas de países como Irán, India y Turquía que venden en los camiones y farmacias populares.
«Nos han llegado alertas de pensionados al respecto por lo que llamamos a las autoridades competentes a investigar si esos productos cumplen con los requisitos del Ministerio de Salud en cuanto a los permisos y si las fórmulas están dentro de los estándares de calidad nacional e internacional», dijo.