La organización civil Caracas Ciudad Plural presentó una serie de propuestas que se pueden emprender para proteger el ecosistema del Parque Nacional El Ávila, conocido desde hace unos años como Guaraira Repano, entre las que destaca la prohibición de hacer ciclismo de montaña en el pulmón vegetal capitalino.
El profesor de Patrimonio Natural y Turismo, con maestría en Turismo Sostenible de la Universidad de Cooperación Internacional en Costa Rica, Carlos Rivero Blanco, quien participó en el Foro “Acciones ciudadanas para proteger el Parque Nacional El Ávila”, realizado el pasado miércoles en horas de la tarde, invitó a los comerciantes que han comenzado a hacer negocios, como carreras y tours en el cerro, a que trabajen en la construcción de parques especializados para este deporte, a fin de impedir “la destrucción de El Ávila”.
“Yo he escuchado decir en la boca, incluso de los trabajadores de Inparques, que el parque es de todos, pero no es de todos o para todos porque no tiene un uso universal”, dijo el profesor. Aseguró que “mucha gente piensa que el parque nacional es una tierra de nadie o de todos, donde se puede hacer cualquier cosa y no es así”.
Rivero Blanco advirtió que “las oportunidades de negocios de bicicletas de montaña son impresionantes, pero no en El Ávila”. “En Venezuela estamos buscando destruir un parque, en lugar de hacer un mejor negocio. Los terrenos de bicicleta de montaña posteriormente son intransitables para que una persona camine”, agregó.
Tras su presentación sobre las consecuencias de desforestación que esta actividad deportiva genera en el cerro El Ávila, insistió en su propuesta inicial: “Construyan parques especiales para bicicletas de montaña, déjense de hacer pantomimas en un parque donde no se puede hacer este tipo de actividades. Además, quienes disfrutan de este tipo de actividades deben entender que ni siquiera ahí las puedes realizar”.
Por su parte, profesor de punto focal de áreas protegidas de Venezuela, del departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Simón Bolívar, Edgar Yerena, rechazó que el Instituto Nacional de Parques de Venezuela (Inparques) haya permitido a los ciclistas que tengan ingreso a la montaña.
“Desde hace más de 20 años, todos los ciclistas saben que en El Ávila no se puede montar bicicleta, pero de la noche a la mañana Inparques cede a unas presiones de un gremio que es relativamente pequeño, que está haciendo uso del parque con unos fines que son contrarios a los objetivos del parque nacional y, por otro, lado desatiende los verdaderos problemas del parque”, afirmó.
Dijo que funcionarios de Inparques han denunciado amenazas y presiones; sin embargo, no las considera suficientes para permitir este tipo de actividades. “Los guardaparques reciben amenazas, insultos, atropellos por parte de los ciclistas y tienen que estar pendientes de los a fueros que hacen estos usuarios. Ciertamente, no todos lo hacen, pero con que haya uno que lo haga ya se crea una mala fama. Entonces, los guardaparques en lugar de estar pendiente de los excursionistas, deben estar pendientes de los abusos de los ciclistas”
Yerena advirtió que la presencia de las bicicletas dentro del Parque Nacional El Ávila es solo uno de los muchos problemas que aquejan al pulmón vegetal que rodea a la Gran Caracas, desde la carretera Caracas-La Guaira hasta cerca al territorio mirandino de Birongo.
“También debemos recordar la fuerte desforestación vegetal que sufre el parque, en especial hacia Miranda. Sabemos que El Ávila cuenta con unas 100 mil hectáreas que abarcan desde la autopista Caracas-La Guaira hasta Barlovento; además de la actividad agrícola que se está dando en los linderos del parque, que no está siendo tratada o manejada”, detalló.
Yerena añadió que las bicicletas parecieran ser un problema pequeño en medio de todos esos problemas. Sin embargo, “las bicicletas están prohibidas por el reglamento que rige al parque y tienen que seguir siendo prohibidas. No basta con los pocos o nulos recursos que tiene Inparques, para que ahora los vayan a destinar a vigilar a los bicicleteros”.