En los últimos años el sector privado se ha convertido en uno de los principales motores para el crecimiento económico de Venezuela. Según las estimaciones realizadas por la Federación Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras), la recuperación de la economía privada para este año ronda entre 8% y 9%.
Para el año 2023, los retos económicos en el país apuntan a ser mucho más profundos, ya que economistas y organismos multilaterales proyectan un crecimiento limitado, un tipo de cambio por encima de los 21 bolívares y una inflación que podría superar 150% en promedio.
Ante este escenario, que para algunos puede ser preocupante, HispanoPost conversó de manera exclusiva con el presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández Gallardo, quien explicó los principales retos que tiene el empresariado venezolano el próximo año. Además. reveló algunas estrategias que podrían ayudar al país y a las empresas a sostener la recuperación evidenciada tanto en 2021 como en 2022.
Debemos mantener las santamarías arriba
El objetivo clave para los empresarios venezolanos es mantener las empresas abiertas pese a las dificultades; No obstante, se necesitan algunos factores esenciales como el financiamiento para poder lograrlo.
–¿Cuáles son los principales retos del empresariado venezolano en 2023?
-El principal reto de toda empresa, de toda persona que esté en una actividad por su cuenta, es mantenerse abierto y produciendo. Muchas veces se considera que esto es fácil, pero no lo es, y mucho menos en un entorno económico tan complejo como el venezolano. Tenemos, además, temas puntuales que debemos conseguir para facilitar ese desenvolvimiento productivo de las empresas y uno de ellos es seguir luchando para que haya una apertura mayor al crédito bancario y financiero, que se logre incorporar las divisas en circulación al sistema financiero para darle más formalidad y lograr que esas divisas que están circulando se puedan transformar, el día de mañana, en crédito bancario.
Tenemos el reto de convencer a los poderes públicos de reducir y tener una mejor coordinación en el tema tributario. Francamente se está haciendo muy complicado para las empresas formales mantenerse, ante los altos tributos que nos corresponde pagar. Habría que revisar y conseguir una manera de cambiar todo lo relacionado con el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que tiene un impacto importante en el tema económico de las empresas.
Otro factor, y creo que es el principal problema económico del país y para eso debemos seguir trabajando, es la insuficiencia de ingresos de los trabajadores y las familias venezolanas. Tenemos como reto a corto plazo ver cómo mejoramos esos ingresos y hacer cambios en la economía para que el venezolano logre tener un empleo formal. Hoy en día uno de cada tres venezolanos tiene empleos formales, tanto en el sector privado como en el sector público, y es mucho lo que tenemos que crecer en ese sentido.
También tenemos al frente el gran reto de cómo ir a los mercados internacionales, pero en ese sentido si creemos que es algo a más largo plazo. Actualmente, el sector privado solo contribuye con la mitad de las exportaciones no tradicionales y debemos buscar los mecanismos necesarios para que nuestro sector aumente su participación en esas exportaciones.
Y el más importante de todos es convencer a la sociedad venezolana, y especialmente al gobierno, de la necesidad de abrir todos los espacios de la actividad económica y de la participación ciudadana. Desde la participación ciudadana y de la participación privada pudiéramos lograr unos cambios sustanciales y transformadores en todo lo que es el tema de servicios públicos, en todos aquellos sectores que el Estado se ha reservado para ellos y vemos que el desempeño no es el mejor. Tenemos muchísima posibilidad de mejorar en este sentido. Debemos trabajar para ayudar a disminuir esa gran desigualdad que caracteriza a la sociedad venezolana.
–¿Cómo planificar un año 2023 cuando hay pronósticos económicos no tan alentadores para el país?
-Cuando hay ambientes inestables es cuando mayor se necesita planificar. En este sentido es necesario tener claros los diferentes escenarios que se van a presentar y, además, considerar que todas esas variables que se establecen pueden tener un comportamiento mayor o menor en el tiempo. Pero también debemos tener en cuenta aquellos elementos que son positivos. Por ejemplo, el tema de la reactivación petrolera debido a la flexibilización de las sanciones para el tema Chevron y para las empresas que vendrán posteriormente son alicientes no solo para lo que implica la producción petrolera, sino por todos los sectores conexos y cuando se trata de reactivar siempre hay inversiones iniciales que van a tener impacto tant en la economía general y, particularmente, en las zonas donde están esas operaciones.
También creo que el acuerdo humanitario de los 3.000 millones de dólares que van a llegar al país coordinados por la ONU y para sectores específicos tendrán un efecto importante para el año que viene y pudiera haber otros avances en acuerdos similares si siguen las negociaciones, porque sabemos que todavía hay algunos fondos represados que pudieran estar disponibles y utilizarse en temas humanitarios o de seguridad social que también lograrían tener un efecto importante en la economía.
Nosotros no somos tan pesimistas con el 2023 y consideramos, en términos de números, ver una recuperación del sector privado de su producto interno bruto (PIB), similar al del 2022, entre 8% y 9%. Obviamente si hay crédito financiero, mayor amplitud y mejoras en las políticas económicas estas cifras estamos seguros serán mucho mejor.
–¿Cuáles deben ser las medidas urgentes para aumentar la oferta de productos y servicios en el país?
-Necesitamos una política estadal y privada de comprar productos venezolanos. Eso es una de las cosas donde nos tenemos que enfocar, pero eso tiene que ver mucho con el tema arancelario y con el tipo de cambio. Quizás esta devaluación que se ha sufrido pudiera ayudar en ese propósito, porque las cosas importadas de hacen un poco más caras.
En segundo lugar, debemos insistir en el tema del financiamiento porque le daría la posibilidad a toda la cadena de valor de aumentar su capital de trabajo y con eso mismo aumentar sus niveles de producción. Además, es necesario tener control en algunas importaciones; sobre todo, en fechas específicas y que tienen que ver con los rubros primarios y los temas agrícolas, porque así habrá más estímulo para que se siembre más.
Necesitamos buscar mecanismos no tradicionales, no bancarios, de financiamiento, como el mercado de capitales para que llegue a ese sector primario y todo aquel que lo necesite, para que aumente su capacidad de producción.
Y ya abordando un tema más complejo, yo creo que se podría lograr una interconexión eléctrica con Colombia, para mejorar la oferta de energía en el occidente del país y eso pudiera tener gran impacto en el tema de la producción. Es fundamental recuperar el sistema de refinación de petróleo en el país, para así garantizar la oferta de combustible que es fundamental para producir y finalmente necesitamos flexibilización en algunos temas laborales que nos permita métodos y formas de trabajo que tengan impacto en la productividad.
Es inútil volver a los controles
Recientemente, el Ministerio del Comercio confirmó que evalúa retomar una política de control de precios para evitar el aumento de la inflación en el país, con la fijación de un precio máximo al consumidor de 42 productos alimenticios.
–¿Cómo afectaría el control de precios al sector privado venezolano?
-La sociedad venezolana tiene muy presente los recuerdos de los controles de precio en el país, que lamentable terminan, como lo hacen en cualquier parte del mundo, con las cosas más caras y mucho más escasas. Hay que entender el tema de la oferta y la demanda. Es por ello, que nosotros hemos planteado en reiteradas oportunidades que una de las formas de mantener e incluso disminuir los precios es precisamente estimulando la oferta. A medida que uno tenga más ofertantes, ellos se van a pelear por una demanda que está determinada y eso los llevará a esquemas de precios, esquemas de ofertas, facilidades de pago, para poder colocar su producción.
Nosotros no vemos realmente como cierto en el horizonte volver al esquema del control de precios. No vemos que sea viable, que sea posible y creo que la experiencia reciente ha sido un proceso que nos ha enseñado a todos lo inadecuado de este tipo de políticas.
¿Ha habido consultas por parte del gobierno con respecto al control de precios?
-Si ha habido consultas, ha habido comunicación de varias oficinas del gobierno con varios de nuestros gremios, porque hay preocupación del impacto que pudiese tener el alza de los precios, pero todos sabemos que el incremento se debe a la inflación y se necesitan políticas que controlen este factor de manera efectiva y el control de precios no es una de ellas.
¿La recuperación económica pudiese mantenerse en el tiempo?
Carlos Fernández considera que es necesario avanzar en el tema institucional, para lograr que la recuperación económica se mantenga a lo largo del tiempo y además se consolide.
-Aquí no se puede lograr un cambio estructural de la economía si no se avanza en el proceso de reinstitucionalización del país. Para que cambie estructuralmente la economía se requieren grandes inversiones y que sean a largo plazo, pero debemos estar conscientes que esas inversiones solo van a venir cuando se genere un clima de confianza y ese clima solo se genera cuando hay institucionalidad.
Cuando los agentes económicos perciben que hay instituciones sólidas, robustas, independientes, dedicadas al fin para el cual fueron creadas, y que tienen como norma el respeto al Estado de Derecho, en ese mismo sentido podremos ver que vendrán los capitales.
Ellos también vendrán si se dan cuenta que hay un sistema económico que les dé la bienvenida, que auspicia la participación privada en todos los sectores y que no tiene tanto sesgo ni tantos sectores reservados. También buscan un modelo económico que privilegie la generación de riqueza sobre el control de los elementos generadores de riqueza, y esa es una de las características en que la economía venezolana genera más desconfianza en los inversionistas y agentes privados.
–¿Cómo recuperar esa confianza?
-En primer lugar, con hechos. La confianza no son palabras, no son discursos, no son campañas de publicidad, son decisiones constantes y permanentes en un mismo sentido. En segundo lugar, generando una política pública de amplio espectro, no políticas públicas aisladas unas de otras, sino que se vean holísticas, es decir, que cada una viene a reforzar y a apoyar una política interior y que no sea solo una política monetaria. Es necesario, además, que las instituciones tengan independencia y se dediquen para lo que fueron diseñadas y dar unos elementos que le permita a la comunidad internacional y al empresariado extranjero saber que hay un compromiso con el Estado de Derecho y respeto a los derechos de propiedad. Debe haber una conducta de compromiso y de respeto a la propiedad privada.
Relaciones con Colombia y otros países del continente
HispanoPost también consultó al presidente de Fedecámaras sobre cómo se encuentran afrontando la reanudación de las relaciones comerciales con Colombia y también con las islas Aruba, Bonaire y Curazao, que se esperan para el año 2023.
–¿Cómo afrontar las asimetrías que existen entre las economías del continente y la venezolana?
-Lo primero que debemos entender es que la apertura siempre es un tema positivo y que las cosas no se pueden medir en el corto plazo. También debemos entender que hay dimensiones geográficas y que hay dimensiones temporales. Ya podemos ver un beneficio importante en el tema del comercio fronterizo. El tema de abrir los puentes, el hecho de volver a la formalidad y de la legalidad, yo creo que es un avance sustantivo.
Esto por supuesto no es de la noche a la mañana, se habían creado unos sistema paralelos para el intercambio comercial con otros países que poco a poco se van a ir desmontando para así volver a la legalidad. Es necesario resolver el tema de los mecanismos de pago, porque son muy difíciles debido al tema sancionatorio en las finanzas internacionales para el caso Venezuela. Nosotros a largo plazo no vemos el intercambio como un tema de importación y exportación, lo vemos más allá y quizás podamos realizar proyectos entre los dos países que beneficien a la región.
Es verdad que hay asimetrías económicas, pero no es menos importante que hay asimetrías en el convenio 28 entre Colombia y Venezuela, que es totalmente favorable a la nación neogranadina y ya se está trabajando para corregir esta situación y competir en un mejor escenario.
Los procesos de integración son importantes, aplaudimos la vuelta de Venezuela a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), pedimos que se impulse el regreso del país al Mercosur y debemos recuperar esos 20 años de rezago que tenemos contra otros países de la región que lograron establecer acuerdos de integración con distintos países del mundo entero.
–Existen advertencias sobre una recesión mundial para 2023, ?cómo lograr que no nos afecte?
-Tradicionalmente, la economía venezolana ha sido anticíclica y para 2023 eso no va a cambiar. Nos hemos reducido tanto que estas flexibilizaciones que están existiendo en el tema petrolero tienen mucho impacto. Aquí voy a colocar un ejemplo: la gente habla que con Chevron solo recuperaremos 200 mil barriles en un año, pero son 200 mil barriles sobre 700 mil, y eso se traduce en una recuperación por encima del 30% y ese porcentaje se refleja en todo el proceso productivo. Nuestra economía, insistimos, es tan pequeña que estos elementos de recuperación que se están presentando básicamente por decisiones políticas, más que por temas económicos, nos van a presentar una foto distinta a la del resto del mundo. No es exceso de optimismo de que Venezuela tendrá una recuperación por encima a la de otros países, es que nuestra realidad es distinta.
La mesa de México debe discutir los temas socioeconómicos
Fernández solicitó a las delegaciones del gobierno y de la oposición que se encuentran sentadas en México, para que incluyan los temas socioeconómicos que afectan a los venezolanos y logren acuerdos a corto plazo en este particular.
–¿Deben tener prioridad los temas socioeconómicos en la mesa de México?
-Hay muchas posibilidades de que se negocien varios temas a la vez. Nosotros entendemos que ellos tienen su prioridad que son los temas políticos y para que exista un avance en la economía se necesita llegar a un acuerdo en esta materia, pero estamos seguros que se pudiesen tocar temas que tengan grandes impactos en la sociedad como, por ejemplo, incrementar la generación de empleo formal. Ya se han dado acuerdos y existe una capacidad para tocar otras cosas que permitan mayores beneficios socioeconómicos para la población.
–¿Cómo están las relaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y Fedecámaras en la actualidad?
-Fedecámaras es muy amplia, tiene una enorme estructura, estamos en casi todos los municipios del país y lo que si hemos visto es una creciente y cada día mejor comunicación y un trabajo en conjunto con los municipios y las cámaras de base. Incluso, hay algunas ciudades medianas donde los Concejos Municipales han discutido algunos temas con nuestras cámaras de comercio, incluyendo las ordenanzas económicas.
Vemos que hay mayor comunicación entre nuestros sectores, es decir, Consecomercio y Conindustria, con los ministros. La comunicación ha sido constante, fluida y basada en el respeto y la confianza. Hay acuerdos, desacuerdos y discusiones por supuesto desde el respeto. Fedecámaras ha tenido una relación importante con el Ministerio del Trabajo, no podemos olvidarnos del Foro de Dialogo Social con presencia de la OIT. Hemos comenzado un intercambio interesante y fructífero con el Ministerio de Interior y Justicia, en muchas de nuestras regiones ha habido un acercamiento importante con sectores militares y también con las gobernaciones.
Creo que la sociedad venezolana está tomando conciencia de lo importante que es la economía privada para el desarrollo de un país y creo que también está tomando conciencia de que los países la pasan mucho mejor cuando la comunicación entre el sector público y el sector privado es eficiente.
–¿Cuál es su mensaje para los empresarios y para los venezolanos en este inicio de 2023?
-El mensaje para los comerciantes y para los empresarios es que si logramos superar el 2018, el 2019 y el 2020, podemos superar el 2023 porque hay una perspectiva más estable. Lo más difícil se ha superado, pero es importante recordarles que el proceso de recuperación será lento, exigente y será basado en un modelo productivo porque el modelo rentista se agotó.
Y a la sociedad venezolana le decimos que tenga confianza en su empresa privada, que hay un grupo de venezolanos comprometidos con el país, que han seguido apostando a Venezuela, que le está dando prioridad a lo hecho en Venezuela, que tiene un compromiso profundo con los trabajadores y una de las mejores evidencias del compromiso del empresariado venezolano fue el año 2020, cuando en plena pandemia, que tuvo entre otras cosas que se rompiera la cadena de valor global, los productos venezolanos llegaron a todos los rincones del país.
Estamos absolutamente convencidos que juntos tendremos un futuro muchísimo mejor que el presente que estamos viviendo.