La detención de doce trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) y de Bauxilum durante las protestas en Ciudad Guayana, estado Bolívar, de la semana pasada, incrementa la marca oficialista de 400 trabajadores y dirigentes sindicales imputados, acusados y judicializados por exigir el respeto a los derechos laborales y democráticos, aseguraron fuentes del sector del trabajo.
«Los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro se han caracterizado por la violación recurrente de los derechos de los trabajadores del sector público a través del acoso y las amenazas en los organismos y empresas del Estado», sostuvo Pablo Zambrano, coordinador del Movimiento Nacional de Sindicatos de Base.
El representante de Mosbase refirió que la conducta oficialista ha ocasionado numerosas condenas y llamados de atención por parte de la Organización Internacional del Trabajo para que el gobierno respete los convenios de la OIT sobre libertad sindical y derecho a la huelga.
Esto significa, agregó el dirigente, la libertad plena, inmediata y sin antecedentes penales de los sindicalistas y trabajadores presos o bajo régimen de presentación judicial penalizados en los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
José Luis Alcocer, dirigente del Movimiento Matancero del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Similares (Suiss) reveló que buena parte de los trabajadores judializados son de las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), quienes han permanecido en lucha todos estos años para defender los derechos laborales.
Las organizaciones sindicales han advertido que muchos de los más de 400 trabajadores judicializados tienen 14 años o más presentándose periódicamente ante los tribunales, con lo cual se les viola el derecho al debido proceso.
Alcocer destacó que la intención de Maduro de acabar con la protesta de la semana pasada se cumplió como consecuencia de la detención de la docena de trabajadores de Sidor y Bauxilum, quienes fueron excarcelados, pero se les impuso la presentación cada mes ante los tribunales.
El dirigente insistió en que la ruina de Sidor y otras empresas de la CVG es responsabilidad exclusiva de los gobiernos socialistas, los cuales cambiaron la producción por la revolución.
De esta manera, añadió, obligaban a los trabajadores a asistir a talleres sobre ideología marxista- como el pensamiento del Che Guevara- a costa de paralizar todo un día plantas de manufactura continua, lo cual ocasionó serios daños operacionales a las instalaciones.
El representante del Movimiento Matancero resaltó que de 3,4 millones de toneladas anuales de acero que producía Sidor hasta 2008 -cuando fue estatizada- en 2019 se llegó a una producción cero.
«En 2022, se produjeron 270.000 toneladas. Ese volumen equivale a la producción de tres días cuando Sidor operaba a plena capacidad instalada», dijo.
Otra situación irregular denunciada por Alcocer es que entre 4.000 y 5.000 empleados de la nómina de 10.000 trabajadores sidoristas fueron enviados a sus casas cobrando 30% de su salario porque no había donde ubicarlos debido a la paralización de las plantas.
Al retomar el conflicto de la semana pasada, Alcocer alertó que el gobierno pagará un bono como paliativo a la exigencia delos trabajadores de indexación salarial en dólares.
Reveló que las reuniones obrero patronales serán en Caracas aunque a la fecha (16 de enero) la representación sindical no había sido llamada a la capital.