l cierre temporal del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) se ha convertido en otra calamidad para los venezolanos que, tanto dentro como fuera del país, necesitan gestionar sus documentos personales y de extranjería durante los días la cuarentena por el COVID-19.
El pasado 15 de septiembre, a través de su cuenta oficial de Twitter, el Saime desmintió la información que corría en las redes sociales, que suponía el reinicio de actividades para el año que viene. #ATENCIÓN Desmentimos la campaña que circula en RRSS donde se afirma la reactivación del SAIME para el año 2021. Informaremos oportunamente, la apertura de las oficinas para seguir ofreciendo el mejor servicio a nuestros usuarios, indicó en un tuit.
En tanto, las denuncias van y viene, incluso aquellas sobre la existencia de cuentas en las distintas plataformas digitales que ofrecen servicios de gestoría para canalizar y realizar los trámites de documentación, pagando elevados precios en divisas y sin la certeza de que sean originales.
Se me vence el pasaporte en un mes y no tengo cómo sacarlo porque la página está caída desde que empezó la cuarentena, denunció Aneleymar Rosales. Además, para sacarlo te están cobrando como 100 dólares, más los otros 100 dólares que cuesta la prórroga, esto lo está haciendo gente que trabaja en el mismo Saime, aseguró.
Andrea López, a quien se le venció la prórroga el pasado 20 de septiembre, confesó que ha preferido no darme mala vida, ya sé que la página está caída. No está trabajando el Saime y los que están trabajando son unos usureros, así que no me voy a poner a pagar un dineral que no tengo a una cuerda de vividores. Prefiero esperarme hasta que termine la cuarentena o el Saime se digne a comenzar a trabajar de nuevo para hacer mi solicitud, seguir los pasos ordenadamente y como debe ser por la vía legal. Porque quién me asegura a mí que después de pagar los más de 200 dólares que me están pidiendo la prórroga sea legal, igual en pandemia no puedo viajar.
Rafael Silva espera a que su gestora me dé el play para transferirle el monto que exige esta persona por honorarios profesionales, además de lo que debe cancelar para que le emitan la extensión de su pasaporte. Ella me dice que debemos esperar hasta que el sistema comience a trabajar de nuevo, pero yo necesito esa prórroga para este año porque en enero, con o sin COVID, tengo un par de viajes por trabajo que no puedo perder. Así que estoy esperando me dé el play para transferirle la plata, que cada día es más por el aumento del dólar. Pero ni modo, es la única forma de tener al día el pasaporte en este país, dijo, al tiempo que admitió que el monto a cancelar se acerca a los 250 dólares.
Indocumentados
En redes sociales también abundan las denuncias de personas que fueron víctimas del hampa por lo que perdieron su cédula de identidad; así como otros que estaban esperando la fecha tope para introducir la solicitud de extensión de prórroga o renovación de pasaporte, pero durante la pandemia no lo han podido lograr y hoy se encuentran en el exterior sin el documento venezolano.
Diegio Agüero, venezolano radicado en España, contó que su prórroga de pasaporte expira el próximo 29 de octubre, por lo que quisiera hacer la solicitud de extensión. Inclusive, se ha planteado pedir el pasaporte nuevo. Pero la web del Saime no me deja porque el sistema de pagos está caído. Lo más curiosos es que la duración de la prórroga es de 2 años, y comienzan a contar desde que la solicitas, pero cuando te llega, si es que llega, le queda año y medio o menos de duración.
Agüero denunció que son 100 dólares lo que pagas por la web del Saime y cuando se dignan a enviarla pagas 80 euros por derechos consulares, acá en España. El pago lo hice por tarjeta de crédito en un punto de venta del consulado, pero tengo amigos acá y en otros países que les exigen pagar en cash (efectivo). El hecho es que, no tengo pasaporte, lo necesito por si llegara a tener alguna emergencia en Venezuela. El año pasado tuve una emergencia y afortunadamente pude viajar. Ahora no se. Tengo miedo que suceda algo y no pueda estar allá con mi familia y amigos, los que quedan, dijo.
Otra historia es la de Miguel Salcedo, quien se desplaza todos los días en transporte público desde su casa al trabajo. Recordó que en julio se subieron dos delincuentes a atracar a los pasajeros del autobús en el que estaba y, al igual que el resto de las personas que viajaban junto con él, tuvo que entregar todas sus pertenencias, entre ellas su documentación.
Es un rollo porque no tengo cédula, tampoco tengo licencia y ni loco saco el pasaporte de mi casa. Entonces me movilizo solo con el carnet de la empresa, pero no es un documento legal, por lo que cada vez que me paran en una alcabala o para querer entrar al metro tengo problemas con los policías y guardias porque no me creen que me atracaron. Como si eso no fuera común en este país, afirmó.
No olvide ver nuestros reportajes en: www.hispanopost.com