La Superintendencia de Sociedades de Colombia informó que, dado el proceso de venta de las acciones de la compañía Monómeros Colombo Venezolanos, filial de Pequiven, la somete a “control” administrativo pues considera que bajo ese escenario en el que se encuentra se «podría generar y materializar un riesgo de insolvencia», informa El Tiempo.
En un comunicado, el ente de vigilancia del sector empresarial explica que dicho grado de supervisión denominado “control” no es una toma de posesión ni faculta a la Supersociedades para coadministrar la empresa, «la cual conserva su autonomía con las limitaciones y para los fines indicados en la Constitución y la ley, con plena garantía de sus derechos».
Agrega que esa decisión no restringe los derechos de propiedad de los titulares de las acciones de la compañía, dado que la medida recae sobre la sociedad, según lo señala el artículo 85 de la Ley 222 de 1995.
No obstante, la Supersociedades deja claro que «el control es el máximo grado de supervisión, de carácter societario, que ejerce la Superintendencia de sociedades, preventivamente, con el fin de preservar la empresa como unidad productiva y fuente generadora de empleo».
«Nuestra misión es contribuir al crecimiento y preservación de las empresas, cuya consecución redunda en favor de los grupos de interés, mediante acciones preventivas, de acompañamiento y supervisión, en ese sentido, ante posibles riesgos que afectan el interés general nuestro deber es actuar oportunamente, conscientes de la importancia que tienen las sociedades para la economía nacional y en el caso particular de Monómeros, por su relevancia para el agro, la soberanía alimentaria y los campesinos colombianos”, indica.
Monómeros es una compañía Venezolana que tiene su sede en Barranquilla y se dedica a la producción y comercialización de materias primas para fertilizantes e insumos agropecuarios. Actualmente representa casi el 30% de la producción de fertilizantes en Colombia y abastece 80% del campesinado.